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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de febrero (Quadratín México).- En lugar de ir creciendo en inversión extranjera en los últimos años ha bajado en México y, aparte, se ha estacionado”, reveló hoy Rocio Ruíz Chávez, subsecretaria de Competitividad y Normatividad de la Secretaría de Economía (SE). Atribuyó el hecho a la falta de reformas estructurales.
Explicó que entre 2009 y 2012 la cifra promedio de Inversión Extranjera Directa (IED) cerró en 17 mil millones de dólares, mientras que de 2001 a 2008, por efecto de los tratados comerciales, el promedio anual se ubicó en 25 mil millones.
De enero a diciembre de 2012 México registró 12 mil 659.4 millones de dólares de IED, cifra 34.9 por ciento menor al monto originalmente reportado para 2011, de 19 mil 439.8 millones. Y, ante este panorama, la funcionaria coincidió con el titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray, respecto a la importancia de llevar a cabo las reformas estructurales.
“Si no hacemos reformas, si no nos metemos a la energética, a la hacendaria, a la de comunicaciones; si no revisamos aquellos sectores que están prohibidos o limitados por la inversión extranjera, no hay forma de que tengamos un brinco con el nivel de desarrollo que nuestro país amerita”, argumentó.
Ruiz Chávez explicó que de haber mantenido el ritmo de atracción de IED entre 2001-2008, de 25 mil millones de dólares, el monto actual sería de alrededor de 30 mil millones, pero “andamos en menos de la mitad”.
La subsecretaria de Competitividad y Normatividad recordó que el titular de la SE, Ildefonso Guajardo, manifestó en días anteriores su expectativa de atraer 30 mil millones de dólares anuales en promedio durante la presente administración federal.
Confió en que las reformas establecidas en el Pacto por México permitan retomar los niveles en esta materia con base en el desarrollo y al tamaño del Producto Interno Bruto de México.
Explicó que la baja de IED durante 2012 de casi 35 por ciento se debió en primera instancia a que 2012 fue “un mal año” para la inversión extranjera en todo el mundo, porque diversas empresas optaron por capitalizarse y vender acciones y ello implicó baja en la inversión extranjera global.
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