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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de noviembre (Quadratín México).- La tasa de desempleo abierto urbano en América Latina y el Caribe mantendrá su tendencia a la baja y terminará 2012 con una variación de 6.4 por ciento, menor al 6.7 por ciento registrado el año pasado, estiman la Cepal y la OIT.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacan que la tendencia positiva se mantendrá pese a que hay una desaceleración en la tasa de crecimiento, que pasó de 4.3 por ciento en 2011 a un estimado de 3.2 por ciento este año.
En su publicación conjunta “Coyuntura laboral de América Latina y el Caribe”, consideran que el mercado laboral ha sido clave para evitar una desaceleración aún mayor de la economía, pues hubo un marcado aumento del poder de compra de los hogares a través de la generación de empleo y aumento del salario real.
Refiere un aumento de la tasa de ocupación de 0.5 puntos porcentuales en el primer semestre de 2012 a 56 por ciento, mejoras en la calidad del empleo a través de una expansión de 3.0 por ciento del empleo asalariado formal cubierto por la seguridad social y un aumento de los salarios reales de 3.0 por ciento en el mismo periodo.
“Durante el primer semestre de 2012 en muchos países se mantuvo la tendencia reciente de mejoras en la calidad del empleo, caracterizada por el dinamismo de la generación de empleo asalariado, significativos incrementos del empleo formal y la reducción del subempleo”, dijeron la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, y la directora regional de la Oficina de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco.
“Nos encontramos con un mercado laboral en la región cuyos indicadores están en mejor pie que antes de la crisis”, agregaron las funcionarias de los dos organismos de Naciones Unidas en el prólogo del documento.
Apuntan que durante el primer semestre de 2012, los mercados laborales de América Latina y el Caribe resistieron de buena manera el enfriamiento de la economía regional, lo que permite esperar una evolución positiva de los indicadores de empleo y desempleo para este año.
Si bien las perspectivas regionales son positivas, la Cepal y la OIT advierten que los países de la región tendrán un desempeño heterogéneo.
En un grupo de naciones se registra una desaceleración tanto en la generación de empleo en general como del empleo formal, mientras que en otro se aprecia un mayor dinamismo gracias a un crecimiento económico basado en un incremento relativamente elevado de la inversión (Chile, Ecuador y Panamá) o de las exportaciones (Costa Rica, México y Nicaragua).
Bárcena y Tinoco también alertaron sobre la situación de los jóvenes, quienes pese al estado positivo del mercado laboral enfrentan obstáculos para su inserción en el mismo, lo que se expresa en altas tasas de desempleo, trabajo precario y bajos ingresos.
“Esto genera problemas no solamente a nivel de las personas y sus familias, sino que representa una carga para el futuro desarrollo social y económico de los países y, como hemos podido observar en diferentes zonas del mundo, puede generar fuertes conflictos sociales y políticos”, indicaron.
Por esta razón el nuevo documento Cepal-OIT dedica gran parte de su contenido al procesamiento de algunas encuestas de hogares sobre los cambios en la inserción laboral de los jóvenes durante los recientes episodios de crisis y reactivación económicas.
Según el estudio, los jóvenes sufrieron el impacto de la crisis financiera internacional en forma similar que los adultos, pero con el agravante de haber partido desde una situación inicial desfavorable de mayor desempleo y mayor precariedad laboral.
Expone que antes de la crisis de 2008-2009 la tasa de desempleo de los jóvenes de 15 a 24 años era entre 2.3 y 5.5 veces mayor que la tasa de los adultos de 25 y más años.
Sin embargo, la brecha entre el desempleo juvenil y adulto durante la crisis sólo aumentó en cinco países, mientras que disminuyó en ocho, incluyendo las naciones más grandes como Brasil (de 3.4 veces en 2007 a 3.2 veces en 2009) y México (de 2.7 veces a 2.5 veces).
El reporte menciona que en el agregado de 13 países de la región, la brecha pasó de 2.9 veces en 2007 a 2.8 veces en 2009. “En consecuencia, en términos relativos la crisis no impactó más a los jóvenes que a los adultos”, añade.
Un hecho positivo que se documenta en esta publicación es que durante la crisis no se haya interrumpido la tendencia de una mayor permanencia de los jóvenes en el sistema educativo.
En tanto, a la salida de la crisis, entre 2009 y 2011, la brecha entre el desempleo juvenil y el adulto en general volvió a aumentar en nueve países y disminuyó en cuatro, lo que implica que los jóvenes se han beneficiado inicialmente menos de la reactivación que los adultos.
La publicación destaca que se mantienen problemas estructurales que afectan de manera negativa la inserción laboral de los jóvenes y con ello sus perspectivas de vida de más largo plazo y el potencial de desarrollo de las sociedades.
Persiste además una elevada proporción de jóvenes que no estudian ni se insertan al mercado laboral (20.3 por ciento) – entre los cuales destacan las mujeres jóvenes dedicadas a quehaceres del hogar – quienes enfrentarán perspectivas difíciles respecto a una posible futura inserción laboral y sobre sus opciones de vida en general, explica el documento.
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