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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de septiembre (Quadratín México).- Para alcanzar la sustentabilidad y lograr el saneamiento financiero que Petróleos Mexicanos (Pemex) requiere, es necesario aplicar una reforma a la empresa, insistió el director general de la paraestatal, Juan José Suárez Coppel.
Al participar en el Congreso Mexicano del Petróleo, para hablar sobre el panorama actual de Pemex y sus potenciales a futuro, señaló que la empresa debe manejarse con visión de largo plazo en un marco de reformas del sector energético.
Destacó que para pensar en marcos de reforma y de cómo evaluar los posibles cambios que se quieren realizar, es necesario definir “qué queremos”, por lo que propuso una lista de puntos a considerar para dicha reforma.
Suárez Coppel refirió que en primer lugar sería conveniente monetizar los recursos de hidrocarburos, para transformar el recurso petrolero en riqueza para el país y fomentar la eficiencia en exploración y producción, a fin de garantizar abastos y transformación industrial.
Entre otros objetivos también están: seguridad energética, contenido nacional, impulso al desarrollo industrial, control de la evolución de la industria, e incrementar la velocidad de ejecución de proyectos.
Esto, dijo, se lograría movilizando recursos humanos y financieros y diversificando riesgo financiero.
Entre las propuestas de reforma para Pemex, expuso tres ejemplos de modelos; el del Banco de México (Banxico); el manejo de Pemex como empresa, siguiendo el modelo de Saudiaramco; o abrir la industria a la competencia por concesiones como el caso Petrobras.
Respecto al arquetipo del Banxico, aseguró que éste le permitiría a petrolera un saneamiento financiero, un gobierno corporativo, un Pemex fuera del presupuesto y el manejo de bonos ciudadanos.
Por otra parte, la propuesta de la opción Saudiaramco permitiría a Pemex eliminar la paraestatalidad, lo que implica una reforma al Artículo 28 constitucional.
También le daría a la petrolera una autonomía en materia de control y remuneraciones; la posibilidad de establecer alianzas; un Pemex sujeto a derecho mercantil y la emisión de acciones.
Finalmente en el caso del modelo Petrobras, la propuesta permitiría a Pemex eliminar el Régimen de área estratégica, lo que implica una reforma al Artículo 27 constitucional; el establecimiento de un régimen de concesiones; y un mercado de productos finales abierto.
Sobre los cambios que requiere la paraestatal para sanear sus estados financieros, expuso que una medida sería transparentar los precios y no poner los subsidios escondidos como pérdidas de la empresa.
A ello agregó el hecho de que los petroleros, al igual que en el resto de las industrias, pudieran tener un régimen igual al de las Afore, que tenga flexibilidad y brinde tranquilidad.
De esta manera se podría apreciar un Pemex que generaría utilidades de alrededor de 200 mil millones de pesos anuales, de los cuales un porcentaje debería ir a dividendos y “que si esas utilidades se reinvirtieran nos darían un patrimonio que llegaría a dos mil millones de pesos en pocos años”, sostuvo el directivo.
Lo anterior, resaltó, permitiría comenzar a pagar deuda porque los recursos que se generan de esas inversiones serían más que suficientes para pagar toda la deuda que se ha generado, aseguró.
“No estamos en crisis, hay rentabilidad. Hay que entender los números para ver la rentabilidad” y eso no quiere decir que no hay números suficientes para aumentar la rentabilidad. Pero eso se logra a largo plazo invirtiendo y teniendo la flexibilidad de operar, subrayó.
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