Abanico
Los cargos de dirección de los importantes organismos internacionales que supervisan y avalan, por cuenta del Imperio, el comportamiento de las naciones, sólo se obtienen tras arduas negociaciones entre los poderes facticos y los gobiernos que, con ingenuidad, creen necesitarlos para avalar su presencia en el desconcierto de la desregulación, y así obtener beneficios para impulsar el desarrollo de sus sociedades.
Pensar en que Herminio Blanco perdió la dirección de la OMC es un error. Quien perdió o ganó con la descalificación de la capacidad profesional de Blanco para dirigirla, fue la diplomacia mexicana, su anquilosado estilo de negociación, pero sobre todo la oportunidad de demostrar que en esta nación la desregulación va, contra toda realidad y frente a cualquier contingencia, ya sea de orden político o social, sin importar la violencia que día a día se manifiesta, como la denunciada por Ciro Gómez Leyva en su texto ¡Mariela no te duermas! (Estamos tomando video).
Para explicar el triunfo del brasileño Roberto Azevedo a la candidatura de la Dirección General de la OMC, el organismo internacional difunde la información de que el nuevo Director General es un experimentado diplomático que apuesta a su profundo conocimiento de la entidad y a su habilidad negociadora para rescatar la Organización Mundial de Comercio de la tendencia a volverse “irrelevante”. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó que la elección del brasileño Roberto Azevedo como próximo director de ese organismo, se enmarca en el objetivo de favorecer “un orden económico mundial más dinámico y justo”.
“El riesgo que corre la OMC es que, si no se negocia, no actualiza las reglas, y entonces va creciendo un desfase entre las reglas y el mundo actual de los negocios. Ahí corremos el riesgo de que la organización vaya perdiendo relevancia y que las negociaciones emigren a otros foros”, explicó Azevedo.
Dice la información vertida que la estrategia de Azevedo para la ronda de Doha es la de aprovechar los logros hasta ahora obtenidos y buscar avanzar en forma gradual, tema por tema, empezando por los menos controvertidos, y luego buscar construir consensos mediante concesiones de todas partes.
Considerada la declaración anterior, y observado el comportamiento de José Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE, puede afirmarse que México ganó al perder la dirección de la OMC, porque bien que mal se sostienen programas fundamentales de las políticas de bienestar del pasado de moda Estado benefactor, y se implementan programas como la Cruzada Nacional contra el Hambre, que dista mucho de coincidir con las aspiraciones ideológicas y programáticas de los organismos financieros y comerciales internacionales.
¿Cuáles pueden ser esas concesiones que buscan construir consensos? El proyecto internacional de la globalización, del libre comercio en el que cualquier traba legal es considerada un atentado a los principios básicos de la “nueva” economía, y en el que todo programa social es un insulto a la desregulación total, habrían confrontado a Herminio Blanco con su gobierno, con su nación, con su patria, pero a lo peor eso es lo que menos le interesaba frente al jugoso salario que tenía prometido.
QMX/gom