La nueva propaganda es tan vieja como siempre/Felipe de J. Monroy
En unos días más arrancaran, de nuevo, las campañas para que las diez presidencias municipales del Estado cambien de titular, de jefe máximo, de todopoderoso lugareño. El Partido Revolucionario Institucional, conocido coloquialmente como el tricolor, ya mostró sus cartas, sus gallos, sus seleccionados, mediante la votación de sus consejos políticos locales. De nueva cuenta salieron a la luz primero que ninguna otra organización, que los que no conformes con que así se les conozca solitos se denominan como oposición, adjetivo que se llevan hasta en sus funciones cotidianas ya siendo autoridad.
Y no es que lo anterior se considere crítica sino que es una permanente realidad, una que se vive aún y cuando ya hubiesen alcanzado la meta, ya sea de poder o la que los ubica sentados en una curul. Se muestran entonces en oposición a cualquier dictado de quien ostente una posición superior, que los rebasa. Es entonces cuando alardean, gritan, se escudan en la autonomía municipal para convertir el lugar que gobiernan en su feudo, los ingresos que deben administrar en posesión privada y son los únicos que permanentemente reciben utilidades y de todo tipo.
Ese pasaje ya lo hemos vivido reiteradamente, sobre todo en Cancún y ni que decir en Felipe Carrillo Puerto o en Isla Mujeres. Han pretendido que estos municipios se conviertan en su feudo sin importar el daño que le provocan a la ciudadanía. Los registros en Benito Juárez son muchos más que los que se tienen en otros lugares. No se olvidan los enfrentamientos entre Magaly Achach y el ex gobernador Joaquín Hendricks, los cuales llegaron al extremo de que la entonces alcaldesa nombrara a su cónyuge como titular del DIF ante la carcajada generalizada.
A la doña de las relacione públicas y del buen comer la sucedió Juan Ignacio García Zalvidea, quien mantuvo las mismas actitudes hacia el mandatario estatal de esa época. La situación se tornó, durante casi 5 años, en insostenible para unos y para otros. Las expresiones de “Chacho” parecen olvidadas, las lanzadas hacia el ex gobernador y las expresadas al PRI, tan es así que ahora resulta que hace campaña por los candidatos de ese partido. Igual cayó en una zona olvidada de su cerebro todo aquello que dijo cuando fue a parar a la cárcel y sus intentonas de convertir Felipe Carrillo Puerto en su refugio como “gobernador legítimo”.
Félix González Cantó inició con un “amigo” en el poder municipal, Francisco Alor, y éste se preocupó mucho más por mantener una imagen de cercanía y confianza absoluta con el mandatario que por hacer que la confianza de los benitojuarences en el PRI se mantuviera. El cozumeleño podría entrar y salir del municipio sin todos esas trabas y temores de su antecesor, solo que la corrupción imperante en ese trienio logró que se salpicara en más de una ocasión al hacer gala el hoy Notario y ex procurador de una especie de complicidad con el munícipe. Por lo tanto, para la ciudadanía no hubo un solo beneficio y si se desperdició notablemente un capital político que fue el que le permitió a Gregorio Sánchez hacerse del poder sin despeinarse con todo y el baile y la cantada.
Hubo un tiempo de luna de miel, en el que parecían convivir y bien, un alcalde perredista y un gobernador tricolor. Sin embargo, fue corta ya que también las malas mañas amenazaban con arrastrar de nueva cuenta al mandatario estatal. Los conflictos crecieron y volvió a cerrarse un círculo que entrampó a los pobladores, que de nuevo los hundió en la apatía y la desconfianza. Julián Ricalde inició brindando confianza a quienes lo eligieron y hasta a los que se abstuvieron de votar, a través del manejo de una relación respetuosa con el Ejecutivo del Estado pero, otra vez, las ambiciones personales y esa posesión absurda de la que hacen gala influyeron para que se transitara muy rápidamente al otro extremo, al que habló de groserías, de exigencias, de expresiones de descalificación cuya intención enmarca el deseo de llegar a Chetumal, de ocupar el palacio de gobierno, pese a no haber cumplido con las tareas que competen a la presidencia municipal y habiendo sostenido la misma mala fama de los antecesores en el cargo con relación al pulcro manejo de las finanzas públicas.
El candidato que el tricolor presenta en esta ocasión en Paul Carrillo, quien proveniente de una familia que ha vivido en la zona hotelera, no ignora la problemática de la ciudad. Entre los que ahora se mencionan como sus contrincantes están: Graciela Saldaña, surgida de esas alianzas que aún con el tiempo transcurrido se antojan incomprensibles y que han demostrado en más de una ocasión su inutilidad en el ejercicio del mandato y que solo representan problemas, despidos y denuncias sobre la corrupción que no logran erradicar; una mujer que difícilmente podrá inspirar esa confianza que se basa en el respaldo de la ciudadanía para resolver los problemas más urgentes y, de entre ellos, el de la seguridad.
Está un candidato ciudadano, Antonio Cervera, mejor conocido como “Toño Cervera”, ocupado desde hace años en aportar proyectos, ideas, soluciones para toda clase de problemas; hombre enterado de convenientes e inconvenientes de inversiones, que ama Benito Juárez, a Quintana Roo y quien ha trabajado desde sus empresas con quienes encabezan gobiernos municipales de distintos partidos. Sabe Toño el pie del que han cojeado siempre y navegando en esas aguas ha sostenido el respeto de la comunidad en el mismo grado del que se le guarda a su señor padre, pionero de este lugar.
Pero si así han funcionado las cosas en el principal polo de desarrollo no solo del Estado sino a nivel nacional, en Felipe Carrillo Puerto, considerado la cuna que sigue resguardando todo ese pasado maya del que los mexicanos nos sentimos orgullosos, han sido los amarillos, de nueva cuenta, quienes han intentado convertirlo en su fortaleza en su guarida personal. Los hermanos Baena –uno de ellos, el que finalmente tuvo que inclinar la balanza por el hermano y hacerlo ganar- van de nueva cuenta por la alcaldía. Solo que Sebastián Uc Yam ha hecho tan mal papel que los de ese lugar están desalentados y, sabedores de que en la familia que pretende el poder todo se compra y se vende, las inclinaciones se perciben muy claras.
A los pretendidos cacicazgos partidistas habrá que agregar los familiares. En Isla Mujeres, los Ricalde pretenden ganar no la presidencia municipal sino la escrituración. Doña Alicia renunció a la diputación federal que tanto anduvo peleando para lanzarse de nueva cuenta en ese uno-dos planeado en el que dejó por un rato a un joven “buenoparanada”, a Hugo Sánchez Montalvo. El competidor será un primo suyo, los une el apellido Magaña, familia numerosa que sin duda se convirtió en puntal de desarrollo de la Isla, solo que como cualquiera de esos grupos cuenta con sus respectivas ovejas negras y con aquellas que primero le provocaron gran orgullo y posteriormente solo penurias, aunque sin duda alguna mucha lana.
En la expresión de muchos ciudadanos de esos tres puntos se repite con mucha intensidad, con más fuerza que en Lázaro Cárdenas, las ventajas que representaría para los pobladores el hecho de un gobierno coordinado, del federal, del estatal y del municipal, bajo la misma bandera partidista y no sólo para evitar esos desaguisados entre autoridades sino para unir presupuestos y esfuerzos que rindan frutos palpables, que se reflejen en el día a día. Ya se vivió contar con un presidente panista, un gobernador priísta y alcaldes amarillos y azules y lo que se pensaba del ejercicio democrático y de mejores mandatos se fue al cesto de la basura, nos trajeron mucho más daño que beneficios y, si se duda, con tan sólo recorrer esas zonas de siempre, las alejadas, las marginadas, las que producen el mayor número de votos en las contiendas merced a las dádivas, nos darán la razón. Ahí, el progreso, no entra.
El cuadro de candidatos en estos municipios es interesante, y lo será más cuando descubramos la selección que de ellos hagan los ciudadanos ya que, finalmente, eso es lo que importa sin olvidar que “los pueblos tienen el gobierno que merecen”… Lo invitamos a visitar nuestra página www.liliaarellano.com en donde podrá escuchar los programas radiofónicos de “Estado de los Estados”, que se transmiten por Radio 620 de la Cadena Rasa, así como presenciar los programas televisivos peninsulares “Estado de los Estados” y “Fuego Cruzado”, que se transmiten por canal 10 de Cancún y 100 en caja digital, canal 29 de Mérida y 117 en caja digital, y canal 9 de Campeche del sistema de cable. Esperamos también sus comentarios en el correo [email protected]; así también en Facebook con (Lilia Arellano) o twitter: @Lilia_arellano1.
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