Teléfono rojo
Para el gobierno del presidente Peña Nieto la terminación del liderazgo magisterial de la maestra Elba Esther Gordillo, abrió un valladar o cuando el Jordán se abrió en dos para que Moisés y su pueblo pudieran abandonar Egipto.
Este sexenio podría significarse por la educación, lo que equivaldría a pasar de la noche al día siempre y cuando se adopten un conjunto de medidas prácticas, sencillas y rápidas que son de sentido común.
Rota la hegemonía o cacicazgo sindical, los maestros están necesitados de rumbo, de conducción ante la posibilidad de que se sientan en una suerte de orfandad.
Por eso fue relevante que la Presidencia de la República diera a conocer el encuentro de Enrique Peña Nieto con el nuevo dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores e la Educación (SNTE), con la asistencia también de Emilio Chuayffet, Secretario de Educación Pública.
El nuevo dirigente Díaz de la Torre, quien sustituyó a Elba Esther Gordillo, fue involucrado por un testigo clave, su ex colaboradora Nora Guadalupe Ugarte -causa penal 11/2013-, en el desvío de 1.2 mil millones de pesos del Sindicato. La Procuraduría General de la República (PGR) no ha informado respecto a estas acusaciones contra el líder magisterial, de acuerdo a versiones periodísticas.
La foto del encuentro fue interpretada como un signo de cordialidad y concordia entre ambos: gobierno y sindicato. O, también, como el perdón o un “borrón y cuenta nueva”. El SNTE salió de los controles del PRI durante los gobiernos de Acción Nacional (PAN). Poco después del encuentro en los Pinos, los tres asistentes de esa reunión se reencontraron. Y el presidente Peña Nieto advirtió que “no se permitirán retrocesos” en la aplicación de la Reforma Educativa al mismo tiempo que en Oaxaca y Guerrero los maestros se armaban de palos y piedras, tomaban centros comerciales y radiofusoras para manifestar su rechazo a las nuevas condiciones establecidas por el Congreso federal.
“Ningún intento de presión pondrá en riesgo la formación y el desarrollo de las nuevas generaciones”, dijo el Ejecutivo en el Foro México con calidad educativa para todos, realizado en Veracruz. Por su parte, el Secretario de Educación Pública advirtió que el derecho a la educación de los niños y jóvenes “no puede seguir siendo quebrantada lesionando sus posibilidades de un mejor futuro…. El que argumenta que lucha por la educación y viola los derechos de terceros, carece de razón legal y más aún, de autoridad moral”, advirtió Chuayffet.
“La Constitución y las leyes marcan el camino a seguir”, dijo en clara referencia a los disidentes. “Sólo hay un límite infranqueable, no hay derecho contra el derecho. El derecho a la educación que asiste a nuestros niños no puede seguir siendo quebrantado, lesionando sus posibilidades de un mejor futuro”, dijo.
Condenó los “chantajes” y expuso que “nada es más falso frente a los vientos de la transparencia y calidad que inspiran la reforma [cuando] hay quienes izan las banderas de la confusión”.
Los maestros que bloquean carreteras o plantean su lucha por conquistas magisteriales o cotos de poder están, en realidad, desafiando a la autoridad municipal, estatal y federal, como queriendo medir fuerzas.
Sobre la educación se finca el futuro y la garantía de desarrollo del país y este gobierno logró quitar una roca que bloqueaba, aparentemente, el camino. Pero no es suficiente, faltan las medidas que comprometan a los maestros, a los padres de familia y a los beneficiarios, los alumnos. En eso seguramente ya deben estar trabajando, porque el tiempo vuela.
QMX/am