ENTRESEMANA: Transparencia panista

La disputa entre las tribus albiazules por el control del Partido Acción Nacional tiene eco en el Congreso de la Unión. No hay duda de que la idea es desgastar, desprestigiar y descalificar a Gustavo Enrique Madero como interlocutor válido frente al gobierno federal y sus contrapartes del PRI y del PRD.

Pueril estrategia, empero, que en cada movimiento evidencia las urgencias calderonistas por el retorno de los brujos azules. Cada quien con su cada cual en el momento de ser oposición, pero siempre se corre el riesgo de escupir al cielo o meterse un balazo en el pie. Veamos.

En la sesión plenaria de martes vespertino en el Palacio Legislativo de San Lázaro la embestida de la bancada panista fue contra la dizque falta de transparencia del presidente Enrique Peña Nieto y los integrantes de su gabinete, en eso de la declaración patrimonial.

En el Senado, Javier Corral y sus aristas y contradicciones de contracorriente y el acomodo protagonista: ayer anticalderonista, hoy se asume anti peñista a ultranza de la mano de próceres albiazules como su tocayo Javier Lozano; se asumen demócratas y desde la oposición pretenden influir en procesos que requieren de eso, democracia, en casa propia.

Así, este martes fue el turno del calderonismo en San Lázaro. La diputada federal del grupo Guanajuato, Elizabeth Oswelia Yáñez Ramos, se lanzó a una tarea bizarra de mentir con la verdad. Urgió la transparencia que no concretó a su paso como subsecretaria en la Secretaría de la Función Pública, ésta que fue sobradamente omisa en asuntos como la estela de luz y la falta de interés en investigar cómo se gastaban los dineros que la SEP entregaba en cuotas al SNTE de la maestra Elba Esther Gordillo Morales.

Si descalificar a Gustavo Enrique Madero no es el motivo de la urgencia de estos panistas que demandaron aprobar con carácter de urgente y obvia resolución el punto de acuerdo mediante el cual se exhorta al presidente Peña Nieto y a su gabinete a hacer públicas sus declaraciones patrimoniales, entonces qué pretenden con el imperativo de transparentar cuestiones que no proceden porque son de carácter reservado, que no prohibido ni secreto para cuando se requiera de una investigación judicial, tema relacionado estrechamente con la desaparición de la impunidad que implica el fuero.

Es engañar con la verdad y, de paso, provocar una reacción del PRI que evitó entrar al terreno del intercambio de descalificaciones y violencia verbal. No hay duda que es de interés público saber cómo, cuándo y a qué costo el presidente Peña Nieto y los integrantes del gabinete adquirieron los bienes declarados en enero, mas no es posible hacer público el costo y dónde se encuentran, porque es información reservada.

Y la diputada Elizabet Oswelia Yáñez Robles lo sabe por el cargo que ocupó en la administración calderonista. Y en tribuna se lo recordó el diputado federal priista Abel Octavio Salgado Peña, en respuesta a la embestida panista que de la mano llevó al PT y Movimiento Ciudadano contra el Presidente. A saber:

“En el artículo 38 (de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos) se enumeran las formas en que dichas declaraciones (se deben realizar) y en el artículo 39 se señala expresamente que en la declaración inicial y de conclusión deben manifestarse los bienes inmuebles, con la fecha y valor de adquisición, por lo que dicha información obra en poder de la autoridad competente y en este ordenamiento no hay excepciones”.

Vale reiterar que este tipo de reclamos y provocaciones a una discusión hueca no es privativa del PAN. No, el PRI tiene doctorado en estos menesteres y el PRD o Ricardo Monreal Ávila, por citar a un maestro de la provocación legislativa, saben hacer sin despeinarse. Es el juego que todos juegan en el Congreso de la Unión.

Pérdida de tiempo, sin embargo, en la pretensión de sembrar la idea de un desencuentro que hoy no será tal en la discusión de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones y radiodifusión. ¡Ah!, pero evidencia que Madero no manda y debe irse. Conste.

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QMX/msl