Abanico
Así que el nuevo Papa de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana será el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio; un jesuita de 76 años. Lo hará con el nombre de Francisco y había sido arzobispo de Buenos Aires. Es el primer latinoamericano y el primer miembro de la compañía de Jesús que dirige la Iglesia católica.
Minutos antes, la vista de todos los presentes en El Vaticano intentaba no separarse de la chimenea que habría de anunciar con el color del humo que saliera de ahí el ‘aun no’ o el ‘ya’ del Habemus Papam. Y fue al segundo día de iniciarse el Concilio al que acudieron 115 cardenales de todo el mundo cuando un estallido de júbilo acompañó el inicio de una nueva etapa en el mando de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana…
Alegría, llanto, júbilo, emoción, contrición, aleluyas… todo se escuchó en un mismo instante, como si el alma hubiera vuelto al cuerpo de todos los que estaban allá presentes y de todos en el mundo que segundos después se enteraban por todos los medios enloquecidos, instantáneos y precisos, como son hoy, para sorpresa de quienes vivimos el telégrafo, el correo, el teletipo y el fax.
Primero ocurrió el humo blanco (17.06 del tiempo de Roma) y 59 minutos después el nombre del nuevo Pontífice: Jorge Mario Bergoglio: Francisco.
La mayoría de los periódicos del mundo replicaron las fotografías desde diferentes ángulos para mostrar a la chimenea primero y luego al nuevo mandatario católico que ya es.
Pero el tono de fiesta con el que se esperó por días y horas y minutos el anuncio de un nuevo Papa, parece ocultar razones profundas de este cambio insospechado todavía hace unas semanas, porque entonces nadie suponía que esta vez -precisamente treinta días después de la renuncia de Benedicto XVI- ocurriría el alumbramiento del nuevo Pontífice porque Joseph Ratzinger decidió renunciar a la conducción de la iglesia en el mundo.
Todavía está pendiente conocer las razones ciertas de esa renuncia. Se argumentó cansancio, vejez o fastidio. Pero también se sabe que informes elaborados en torno a los pecados de la iglesia pudieron llevar a esa renuncia. De hecho, el documento que le fue entregado a Benedicto XVI en diciembre pasado por los cardenales Julián Herranz, Salvatore de Giorgi y Josef Tomko está reservado y sólo el nuevo Pontífice habrá de conocer su contenido…
¿Qué contiene ese informe? Difícil saberlo por ahora. Ya se sabrá tarde o temprano. Pero independientemente de que el contenido de ese documento hubiera sido la razón por la que dimitió el ahora Papa Emérito, es muy probable que ahí estén algunas de las claves por las que el catolicismo pasa por una crisis de hondo calado. No por su fundamento teológico o filosófico: si por quienes se dicen sus representantes terrenales.
Mucho está pendiente por confesar la iglesia católica a la feligresía. Es el caso de los fenómenos de pederastia en muchas de sus congregaciones en el mundo. Como ejemplo: un día antes del nombramiento del nuevo Papa, la Arquidiócesis de Los Ángeles anunció que indemnizará a víctimas de “abuso sacerdotal” (así dicho) y, por tanto, pagará unos diez millones de dólares como indemnización a cuatro víctimas de un sacerdote acusado de pederastia.
Pero el nuevo Papa tendrá que vérselas también con uno de los grandes problemas de todo Estado: el de las finanzas y ese obscuro objeto del deseo que es el dinero: los dineros del Vaticano.
‘Lo relatan quienes lo vieron: el 24 de mayo de 2012, por la mañana, Ettore Gotti Tedeschi (68) llegó a las oficinas ejecutivas del Instituto para las Obras de Religión (IOR, fundado en 1942), mejor conocido como Banco del Vaticano. Lo citaron los cinco cardenales supervisores de la banca y de su presidente, o sea Tedeschi.
‘Ese día cuatro de ellos haría una moción de censura en su contra: ‘no confianza’. Y aunque él se defendió con un discurso de más de cuarenta minutos, al final salió enfurecido hacia el patio de Sixto V y del Vaticano por la puerta de Santa Ana. Había dimitido.
‘Es que el IOR recibe cantidades estratosféricas de forma periódica y es el Banco más secreto del mundo porque nadie –o casi nadie- tiene acceso a su información numérica y, lo extraño, es que la moción a Tedeschi ocurrió un día antes de que el mayordomo del ex Papa, Paolo Gabrieli, fuera detenido por filtrar documentos del prelado a la prensa. Y aunque a Tedeschi no se le acusó de pasar documentos si se generó la suspicacia de que los había filtrado con cifras vaticanas.
‘Días después la policía italiana acudió a su casa para registrarla. Ahí se encontró una libreta denominada “Enemigos internos”, en donde aparecían nombres de políticos y poderosos clérigos. El funcionario decidió colaborar con las autoridades judiciales italianas temiendo por su vida y porque tenía la seguridad d que sus conversaciones telefónicas habían sido interceptadas…
‘En todo caso, este mismo Banco se ha visto envuelto en acusaciones de lavado de dinero. En marzo del año pasado JP Morgan Chase cerro una cuenta del Vaticano en Milán porque IOR era “incapaz de responder a las transferencias de dinero cuestionable”…
Según investigaciones, el Vaticano recibe subvenciones de empresas controladas por la iglesia o sociedades de caridad, de tal forma que sus activos -de efectivo- estimados al año, superan los 50 mil millones de euros (itccs-investigadores) en tanto que la revista Time ha publicado que El Vaticano tiene grandes inversiones en la banca, los seguros, los productos químicos, el acero, la construcción, los bienes raíces…’ (JHS)
La disminución de la vocación sacerdotal en el mundo será también un problema para Francisco, la expansión y fortaleza del protestantismo en zonas antaño católicas y, sobre todo, el descrédito de una burocracia católica vaticana o nacionales son, sin duda, asignaturas pendientes para el nuevo Papa: Francisco, argentino que fue hasta el miércoles 13 de marzo de 2013. [email protected] Twitter: @joelhsantiago
QMX/jhs