
Libros ayer y hoy
Prefirió beneficiar a La Casa Sobre la Roca y al matrimonio Orozco, que cuidar del patrimonio de sus gobernados.
Felipe Calderón Hinojosa, que tan católico y de manos limpias presumió, pecó de pequeñez; como presidente de la República se comportó como pésimo administrador: olvidó la parábola de las diez minas, en Lucas 19,11.
El hijo desobediente cerró su sexenio con un subejercicio de 84 mil millones de pesos en áreas sustantivas: educación, salud, comunicaciones, ciencia y tecnología, Defensa Nacional y Marina; en contraste, lo concluyó con un incremento en el gasto de la Presidencia y las secretarías de Hacienda y de Seguridad Pública. La última recibió 6 mil millones de pesos más al gasto autorizado por la Cámara de Diputados para 2012.
En su momento, y antes de que Acción Nacional dejara el poder perdido en las elecciones y en el ánimo popular, el secretario de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Carol Antonio Altamirano (PRD), cuestionó el manejo discrecional del Presupuesto de Egresos de la Federación 2012, y señaló que se trata de un ejercicio excesivo del gasto, que privilegia “el dispendio de recursos públicos y deja de lado la atención de las condiciones de vida de la población”. Señaló que en el informe del último trimestre del año entregado por Hacienda a la Cámara de Diputados, se revela la discrecionalidad con la cual el Ejecutivo manejó el presupuesto aprobado por los legisladores.
Expuso como uno de los casos más relevantes, el que la Presidencia de la República planteara a los diputados un gasto sin aumento para 2012 respecto de 2011, pero Hacienda autorizó partidas adicionales por 526.5 millones, con lo cual 60 días antes de dejar Los Pinos, había gastado mil 941.2 millones.
Enteró a la población que de los 64 mil 800 millones de pesos autorizados para Agricultura, sólo se ejercieron 58 mil 705 millones; en Comunicaciones y Transportes, de un monto de 65 mil 284 millones sólo se han erogado 53 mil 185 millones, mientras en Ciencia y Tecnología el recorte ha sido de casi 3 mil millones; otros rubros afectados por los subejercicios son Gobernación (2 mil 876.6 millones); Defensa Nacional (mil 231.3); Educación Pública (mil 842.7); Salud (5 mil 106.4); Medio Ambiente (2 mil 555); previsiones y aportaciones para educación en el Distrito Federal (8 mil 455.9), así como Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, y los institutos Mexicano del Seguro Social y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
El presupuesto estaba etiquetado, tenía destino, pero prefirieron comportarse como lo narra Lucas en la parábola referida: “Llegó luego el otro que dijo: Señor, aquí está tu mina, que tenía guardada en un pañuelo, pues tenía miedo de ti, porque eres hombre severo. Te llevas lo que no depositaste y cosechas lo que no sembraste”.
Así como encubrió las fechorías de su lideresa de cabecera, se apropió de programas que le eran ajenos, invirtió los recursos fiscales en programas no esenciales para el bienestar de sus gobernados. Pero eso sí, dio todo a La Casa Sobre la Roca, y a los Orozco.
QMX/gom