
Teléfono rojo
Los grupos de autodefensa son un fracaso y algunos se han convertido en paramilitares, respondió Beltrones, líder de los diputados del PRI, a Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero, que quiere y convertirlos en policías.
Los hay ya en 8 estados y deben frenarlos, para que no reten a la autoridad y provoquen ingobernabilidad, como guerrilleros.
So pretexto de que la autoridad no frena los asaltos, asesinatos y cobro de cuotas de los criminales, surgió el primer grupo en el municipio de Ayutla, Guerrero, detuvo a 54 presuntos delincuentes y pretendía juzgarlos.
Luego nacieron otros similares en Michoacán, México, Morelos, Chihuahua, Jalisco, Oaxaca y Veracruz.
Aguirre entabló polémica con Beltrones, quien demandó a gobernadores a parar tales grupos, o a renunciar, si no se sienten capaces.
Presumió que logró que en Ayutla soltaran a los 54 detenidos que querían juzgar: entregaron 43 al gobierno y a 11 menores los dejaron en libertad.
Hay quienes dicen que tales grupos son prohijados por el Ejército Popular Revolucionario (EPR) el ERPI, el Frente Popular Francisco Villa y el crimen organizado y los arman, como en Morelos, para desestabilizar al país.
Los Panchos Villa están atrás de policías comunitarios del Estado de México y Morelos, y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE) y la Familia Michoacana de los 25 de Michoacán, que el gobernador Fausto Vallejo dice que sólo son 16.
Se teme que tras esos grupos haya también políticos (Bejarano maneja los Panchos Villa) y otras redes de intereses subversivos, que los gobiernos deben frenar cuanto antes e impedir que proliferen.
Por eso no extrañó que el senador perredista Sofio Ramírez presentara un proyecto de reforma constitucional para dar reconocimiento jurídico a los grupos de autodefensa y a sistemas autónomos de seguridad y justicia, como pretende Aguirre Rivero.
Pero no fue por la respuesta a Roma: su propio coordinador Miguel Barbosa rechazó la propuesta y precisó que van contra la ley “quienes plantean el apoyo a las policías comunitarias o de autodefensa y cometen un acto de irresponsabilidad política”.
Ahora que se acordó un solo mando para las policías federal, estatales y municipales, urge evitar que se expandan los grupos de autodefensa, que –se cree– son otro frente del crimen organizado, antes que sea tarde, y eso no se logrará con diálogo y menos con complacencia.
La mejor forma de celebrar el primer centenario del Ejército Mexicano no es auspiciando la creación de más grupos criminales, que tarde o temprano se le enfrentarán.
Posdata.-
Seis senadores panistas –Javier Corral, Roberto Gil, Mariana Gómez del Campo, entre ellos– impidieron que Peña Nieto hablara en la tribuna del Senado en el centenario del Ejército.
Les duele que en menos de 100 días como Presidente, Peña haya visitado dos veces ambas cámaras del Congreso, en contraste con el distanciamiento con éste de los mandatarios panistas y que a Calderón ni lo invitaran a la inauguración del nuevo edificio senatorial.
QMX/sfl