Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
Una de las tareas más difíciles y penosas que heredó el actual gobierno es el recuento cualitativo y cuantitativo de la llamada guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico en la que embarcó al país el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
No solo el extraordinario costo en vidas humanas, recursos económicos y desprestigio internacional son el resultado de una equivocada acción de gobierno, sino la sorpresa en las cifras: 70 mil muertos y 27 mil personas desaparecidas, además del enorme presupuesto destinado a estas acciones cuyo costo es cada vez más creciente.
Para el gobierno de Enrique Peña Nieto constituye una herencia maldita que ha debido ser enfrentada con valentía por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y por la subsecretaria de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos, Lía Limón.
Por más que no se quiera voltear atrás, lo ignominioso de la guerra impide hacerse la vista gorda y no enfrentar este grave problema.
La subsecretaria Limón informó que la base de datos del Gobierno federal contabiliza 27 mil personas reportadas como desaparecidas. La Procuraduría General de la República enviará esta semana al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) esa base de datos con los miles de registros de personas desaparecidas, a fin de comenzar a integrar el Registro Nacional de Desaparecidos.
Es una base de datos cuyo contenido la funcionaria desconoce. Consultada luego de una reunión privada con los representantes de Human Rights Watch, la subsecretaria Limón apuntó que esa información será trasladada tanto del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información (CENAPI), de la PGR, y del Centro Nacional de Información de la Secretaría de Gobernación.
Esta base de datos se dará a conocer en las próximas semanas y posteriormente se tiene que incluir la información genética de las personas desaparecidas o bien de sus familiares, para hacer cruces y poder identificarlos y validar protocolos de búsqueda, argumentó.
Con estas acciones se da cabal cumplimiento a la ley. Se tiene previsto que la base de datos termine de migrar el próximo lunes, al Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información (Cenapi) de la PGR al Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo SNSP.
En los casos en que no haya información genética se tendrá que hacer un re ejercicio por recabar datos. Es sin duda alguna esta tarea una de las más difíciles, de las que llevan de sorpresa en sorpresa y ante lo único es que la justicia se imponga por encima de las coyunturas del momento.
El ex presidente, política y jurídicamente, deberá aclarar esta sinrazón a la que Gobernación ha debido hacer frente y que le produce más desgaste que activos, por eso debe reconocerse el valor de quienes, como Limón y Osorio sacan la casta y ponen las cosas en su lugar.
QMX/am