Abanico
Fernando Castro Trenti quedó registrado como candidato único del PRI al gobierno de Baja California el sábado 16, para la elección del 7 de julio, la única de gobernador que habrá este año.
Jorge Hank Rhon dejó correr la versión que también solicitaría el registro; para obligar a Castro a cumplir el pacto que hicieron ante el presidente CEN del PRI, César Camacho, de que éste irá para gobernador y Hank lanzaría al candidato a la alcaldía de Tijuana, la más importante de aquel estado, que él ya ocupó.
Craso error de Castro Trenti habría sido empecinarse en no soltar Tijuana, ya que Hank tiene allí la sede de sus grandes negocios y es muy popular por ser el dueño del equipo local, campeón del futbol mexicano, y jugaría las contras al candidato de Castro, para alegría de la oposición, que encabeza el PAN y vería ahí una rendija para conservar la gubernatura que detenta hace 24 años y hoy tiene pocas posibilidades de conservar.
El PAN lanzará un candidato común con el PRD para tratar de sustituir a J. Guadalupe Osuna Millán, a quien, junto con el ex presidente Calderón, se les murió trágicamente su gallo, Francisco Blake Mora, como secretario de Gobernación, tras haber sido secretario de gobierno con Osuna.
A estos escarceos para la gran justa electoral del año en que 14 estados celebrarán comicios, se suman actitudes de PAN y PRD en las cámaras del Congreso sobre los proyectos de ley incluidos en el Pacto por México, que ellos firmaron junto con el PRI.
Esos partidos se oponen, por ejemplo, a la propuesta del PRI de generalizar el IVA a alimentos y medicinas, mientras el tricolor se propone impulsarla en la esperada reforma hacendaria, y para ello modifica sus documentos básicos, que se lo prohíben
Legisladores panistas rechazan el IVA, pues recuerdan que el PRI lo hizo el sexenio pasado y argumentó que no ayudaría a Felipe Calderón hacer un buen gobierno. Hoy quieren devolverle al tricolor la oración por pasiva. Y sus votos son indispensables para la aprobación.
El PRD se opone al gravamen porque es su postura tradicional.
Ambos partidos lo hacen también con miras al super domingo electoral del 7 de julio, para el que se ven en desventaja ante el PRI e irán en alianza por lo menos en 6 de las 14 entidades con elecciones, donde no caerá nada bien la inclusión de alimentos y medicinas en el pago del IVA..
Y hay más discrepancias sobre proyector o reformas de leyes incluidas en el pacto.
Por otro lado, el PAN lanzará su proyecto de reforma a la Ley de Víctimas, a cuya vigencia se opuso con Calderón, quien para no promulgarla presentó en la Suprema Corte una controversia constitucional, por estimar indebida gran parte de su articulado.
El presidente Peña Nieto retiró dicha controversia de la Corte en nombre del Poder Ejecutivo, publicó la ley; el PRI admite sus incongruencias y avala las enmiendas que propone Javier Sicilia, supuesto defensor de las víctimas del crimen organizado.
El PAN las rechaza porque considera a Sicilia un charlatán.
Estas y otras discrepancias del PRI con PAN y PRD, sus socios en el pacto, pueden, en un momento dado, entorpecer el avance de éste, máxime que ambos partidos tienen serias disidencias internas por respaldarlo.
Mucha agua correrá bajo el puente de aquí al super domingo electoral.
QMX/sfl