Abanico
Algo estamos respirando que impide la claridad de pensamiento y de acción. O tal vez se trata de lo que comemos, seguramente que los insecticidas o las nuevas fórmulas que se aplican a la tierra para hacerla más productiva afectan al organismo. Dicen los médicos que hay mutaciones y que una de ellas habla de una mayor cantidad de agua en el cerebro y que, al ser este elemento conductor de electricidad, la capacidad de reacción de los niños que nacen en estos tiempos es mayor, lo cual nos lleva a pensar que tal vez lo que sucede es que, como se dice coloquialmente, tenemos seco el cerebro.
Todo esto porque aún no logro explicarme como han sucedido tantas cosas en nuestro país que no merecen ningún castigo, ni siquiera una reprimenda, si acaso les recetan unas inhabilitaciones que son temporales y después de un tiempo, si acaso, vemos regresar a los mismos personajes campantemente, si no es que simplemente utilizan el que no pueden trabajar a nivel federal y recurren a sus amigos en las Entidades y nada más. Eso de recuperar el dinero que se esfuma no solo de las arcas públicas sino del país, eso ya es harina de otro costal.
Con la mano en la cintura dejaron libre de toda culpa a quien no se sabe todavía el grado de responsabilidad que cargaba en los secuestros. No se sabe de ningún responsable en los accidentes petroleros, no solo en el estallido de la semana anterior, sino de todos los que han ocurrido principalmente durante el último mandato priísta, el de Zedillo y los dos panistas. Han ocurrido todos esos desastres, “accidentes” los llaman, sin que aparezca por ningún lugar un solo responsable, ni de los que están en los lugares, ni de las empresas subcontratadas, ni aquellos que se encuentran cómodamente detrás de los escritorios y menos aún existen señalamientos de reclamo por parte de los líderes sindicales.
Es también un misterio la causa de “fuerza mayor” que llevó a decretar la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. Se habla de los grandes subsidios que se le dieron a esa paraestatal que dicen ya eran insostenibles y que las fugas económicas eran cuantiosas y ¿quiénes eran los responsables de esas fugas? ¿Quién o quienes no estaban haciendo su trabajo? Ese es otro caso para la araña, para quien tendría que informar qué paso con el patrimonio sindical de los petroleros, con los ranchos, con los caballos pura sangre, con los sementales, con las tiendas, con los terrenos, con las fábricas. Desaparecieron y no hay un solo trabajador que señale haber recibido alguna cantidad por la venta de todas esas propiedades.
Si se hace un conteo del número de víctimas a causa de los enfrentamientos contra los narcos, de los que nada tenían que ver con la delincuencia organizada y aquellos que se encuentran tras las rejas en proceso, no hay punto que pueda llevar a la creencia de que se está aplicando la Ley, menos aún cuando uno se entera de otro número, del que registra los que obtuvieron su libertad que son más del 95 por ciento de los presentados. Ahí tampoco hay culpables y si aparece uno que esté feo y gordo, con cara de paisano pues a ese lo hacen pozolero y le endilgan centenares de crímenes, igual que hacen cuando detienen a un banda y le cargan los robos de los últimos diez años aún y cuando sus integrantes no lleguen a los 18 años.
No existen las responsabilidades ni en los abusos de autoridad. Solo la bendición del poder. Si se está bien con el que manda se puede permanecer tranquilo. Si existe un solo punto de diferencia ya pueden atenerse a las consecuencias y estas estarán vigentes hasta la reconciliación que no hasta la investigación y la aplicación de los castigos, porque esos nunca llegan. Y en este ejemplo bien podría citarse a las mineras que durante décadas no han pagado un solo céntimo de impuestos y sí han explotado todos los minerales y los metales de los que era inmensamente rico nuestro suelo. Jamás se le ha fincado una responsabilidad a quien debe vigilar esos renglones, en ningún sexenio, bajo ningún partido.
De la riqueza inexplicable que rodea, que portan decenas, centenas, miles de funcionarios públicos de todos los niveles no se hacen investigaciones, no hay responsabilidades, solo endeudamientos al por mayor, mala utilización de los recursos nos dicen, cuando los despilfarros están a la vista y en ellos se puede encasillar desde al mandatario de mayor poder nacional hasta los presidentes municipales o los mayordomos en las rancherías.
Las versiones oficiales se aceptan sin chistar, al igual que las imposiciones o las alzas en bienes y servicios o los impuestos que, como sucederá, abarcarán a los alimentos y las medicinas. No hay responsables por los desvíos económicos en renglones tan sensibles como la educación y la salud. Se refieren a los saqueos a los trabajadores por parte de los sindicatos como ha sucedido en los que aglutinan a miles de burócratas en todas las áreas y no conocemos, todavía, a un solo responsable.
Todavía no se que se necesita, cuántas pruebas deben presentarse cuando hay realidades a la vista. Un empresario fracasado como lo era Vicente Fox, con todas las malas decisiones sobre la fortuna de su familia, sobre la herencia de su padre que estaban debidamente documentadas, ya que los créditos bancarias eran impagables y los ingresos muy menores, apenas fue “elegido” para gobernador y, posteriormente, llevado a Los Pinos, en doce años logró amasar una fortuna inmensa y no solo hubo dinero a raudales para su familia sino también para sus amigos e incondicionales y ni que decir para los hijastros y hasta para el ex cónyuge de la Martita.
No hay una sola línea de investigación. Nada que nos revele como le hizo para ahorrar integro su sueldo y multiplicarlo hasta lograr invertir en un rancho como el que tiene en Guanajuato, en un centro como el ahí construido, en propiedades en por lo menos 10 Entidades de la República. Ni cómo explicarse de donde se pagaron las alhajas y la ropa de marcas exclusivas que usa la señora de Fox. Pero si seguirnos también podemos hablar de Felipe Calderón y del burócrata mediocre que también era Ernesto Zedillo.
Hemos pues aguantado de todo y ni que decir de los cobros de energía eléctrica, los del consumo de agua, lo de los recibos telefónicos, el gasolinazo mensual, las comisiones bancarias, los altos intereses, las fortunas que acumulan los servidores públicos y hasta las explicaciones del desalojo de toda una torre como la de Pemex porque encontraron una bolsa con comida descompuesta. El chupacabras es pues, cuento infantil y la menor ofensa recibida ¿o no?… Lo invitamos a visitar nuestra página www.liliaarellano.com en donde podrá escuchar los programas radiofónicos de “Estado de los Estados”, que se transmiten por Radio 620 de la Cadena Rasa, así como presenciar los programas televisivos peninsulares “Estado de los Estados” y “Fuego Cruzado”, que se transmiten por canal 10 de Cancún y 100 en caja digital, canal 29 de Mérida y 117 en caja digital, y canal 9 de Campeche del sistema de cable. Esperamos también sus comentarios en el correo [email protected]; así también en Facebook con (Lilia Arellano) o twitter: @Lilia_arellano1.
QMX/la