PODER Y DINERO: Partidos al borde un ataque de histeria

Sólo los políticos y líderes partidistas no ven la grave crisis por la que atraviesan los partidos en el país. La credibilidad está por los suelos y sólo los candidatos son los que mueven al voto en base a la franquicia y el dinero de esos institutos.

A ojo de buen cubero encontraron a todos los partidos en una crisis de principios. No hay congruencia en sus tendencias ideológicas y su verdad cotidiana. Y, lo peor, es que no hay conexión con el resto de los mexicanos. Así de simple.

El análisis lo iniciamos con el Partido de la Revolución Democrática, que de socialista no tiene ni el nombre. Hablan de comunismo algunos de sus dirigentes, pero la mayoría lo único que busca es tener una posición de dictador y perpetuarse en los cargos públicos, mediante mesiánicas estrategias de comunicación.

Sus dirigentes viven eternas luchas por el poder y ninguno, cuando menos no conozco a alguno, piensa auténticamente por los pobres y lucha por ellos. Los pobres están en olvido, mientras que los políticos de izquierda se la pasan en los restaurantes de postín bebiendo botellas de vino con cargo al presupuesto de sus partidos o los congresos. Bueno, muchos ni siquiera han leído un texto sobre el socialismo… bueno, no han leído un libro completo. Son ignorantes.

El Partido Revolucionario Institucional, tiene que refundarse. Esta obligación es superior a la de los demás partidos, simplemente porque ellos, los priístas, tienen que cambiar su chip cerebral y ajustarlo a las plataformas políticas y administrativas del presidente Enrique Peña Nieto. Así de simple. Las promesas de campaña y las tendencias políticas y económicas que perfila Peña Nieto, necesitan de cambios sustanciales en sus documentos básicos. De lo contrario el presidente, el máximo priísta, estaría yendo contra corriente de su propio partido.

Bueno, ahora con Acción Nacional, los momentos más difíciles de su historia se ven en el corto plazo. Todo se debe a un solo aspecto: el máximo panista hasta el pasado 1 de diciembre, Felipe Calderón, hizo añicos a ese partido. Abandonó de la mano de miles de albiazules los principios básicos que los orientó como un excelente partido de oposición pero un pésimo partido en el poder. Los hoyos que tiene en estos momentos el PAN son materialmente irreparables. No ha la posibilidad de sanar las heridas y los esfuerzos de su dirigente nacional, Gustavo Madero, son inútiles. Los panistas de viejo cuño, desde la llega de Vicente Fox al poder, en un acto de arribismo político, vieron con desconfianza lo que hacía el presidente en esos momento. Con Calderón, quien tenía la confianza de los delegados de ese partido, ya que era el heredero de la sangre azul del PAN, simplemente fue decepcionante. Un fiasco.

Los partidos, en términos generales deben acercarse a las comunidades; a la sociedad.

El alejamiento de los ciudadanos provoca un desencanto ya que los políticos buscan a los votantes, cada vez que hay elecciones presidenciales, de gobernador, presidentes municipales, diputados locales y federales y senadores. El resto del tiempo somos simples y vulgares súbditos.

PODEROSOS CABALLEROS.- Sin mas palabras, los dejo con estos reveladores datos de ADNpolítico.com un portal de Grupo Expansión: l legislador mexicano promedio tiene 48 años, una licenciatura en Derecho en una universidad pública, 3 años de experiencia legislativa y tiene cuenta de Twitter y Facebook. El 60.1% de los legisladores mexicanos tiene como grado máximo de estudios una licenciatura o una ingeniería.  El 22.1% cuenta con una maestría y  sólo 4.1% ha realizado un doctorado. Lo más grave es que el 8.0% de los legisladores no tiene un título universitario y 5.7% no ha hecho público cuál es su grado de estudios, ni por las vías oficiales de sus respectivas cámaras ni a petición de ADNPolítico.com. En la Cámara de Diputados hay sólo 3 legisladores de menos de 25 años, 0.6% del total, aunque los jóvenes de entre 20 y 24 representan el 8.9% de la población mexicana. En San Lázaro sólo hay 3 diputados de más de 70 años, también 0.6% del total, mientras en México los adultos mayores de esta edad representan el 4.2% de la población. O sea, las mayorías no están representadas adecuadamente en el Congreso.

RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA.- Hay  dos instituciones que merecen un espacio  aparte en materia de responsabilidad social. Se trata de la que encabeza Alfredo Achar Tussie, Presidente Fundación Pro Empleo, quien participó con el proyecto “Generación de empleo a través de la educación y asesoría para la creación de micros y medianas empresas”. Otro la encabeza Francesco Piazzesi, creador de la iniciativa ¡Échale a tu casa! de Ecoblock International, con el proyecto “Vivienda sustentable de calidad y desarrollo social”. Es un gran esfuerzo.

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QMX/vsb