CABEZA DE PLAYA: Completando la farsa independentista…

¡¡¡Irritante!!!, pero bien pensado quizás forma parte, esta estrategia de irritación, de una maniobra más, para conseguir jugosas rentabilidades…, quizás. El líder de Esquerra Republicana de Cataluña, Oriol Junqueras, entrevista en la prensa de hoy, define Soberanía: ” por encima del pueblo catalán, ¡¡¡ no hay nadie!!!”

Yo pensaba que este señor tenía otro nivel, la afirmación se deshace al primer análisis….

Veamos, el pueblo catalán, como el Inglés, el Cántabro, Asturiano, Mexicano o el de Navalmoral de la Mata, es en realidad un conjunto de personas heterogéneo, que mantienen, muchas veces vagamente, ciertos lazos comunes, innumerables matizaciones, junto con discrepancias abundantes, a veces profundas; el pueblo son todos y cada uno de los ocupantes legales de un territorio, así de sencillo.

El pueblo xxxx, es pues una manera de llamar a un conjunto con infinitas disparidades y algunas concordancias, intensidad variable. Es de hecho un concepto metafísico, no físico, ni real, una especie de entelequia para entendernos y caminar por las complejas rutas de la vida, del Universo.

Cuando los políticos se apoderan de esta ficción y hacen una bandera partidaria de este concepto, el pueblo tal o cual quiere esto o aquello, rechaza un planteamiento u otro…, claman los líderes, la dictadura de los “promotores” está servida…, si este status genera ganancias extra a los “patriotas”, mejor que mejor…, para ellos; peor que peor para los paganinis, el pueblo como conjunto de contribuyentes…

“Derecho a decidir” repiten una y otra vez los próceres regionales, “negar el derecho a decidir” claman las Organizaciones con dimensiones en toda España; vamos a ver, el derecho a decidir, en España, en todos los rincones de nuestro territorio, existe. Cada cual opta por una alternativa de gobierno u otra, dentro de lo disponible o bien se abstiene de participar, por sus propias razones, posiblemente fundadas, inteligentes…

Todo dentro del marco de reglas vigente. Evidentemente salirse de ese marco, no modificándolo previamente, según los reglamentos establecidos, es salirse de la convivencia civilizada, siguiendo a unos “apóstoles” que se erigen en portavoces de todo el pueblo, de algo que, como señalábamos, no existe…

La trampa es demasiado burda, pero por lo visto cuela, está colando…, algunos se frotan las manos.

No puede seguir…

QMX/cgr