Abanico
La educación pública básica es un reto para cualquier sociedad o país, independientemente cuales sean sus características socioeconómicas. Para México, o ciudades como Chicago en que los sindicatos de maestros son una fuerza laboral como política, con un Estado o gobierno como administrador, ambos pueden ser parte de la solución o la obstrucción en beneficio o daño a los escolares. Por ello, ambos deberían tener un ciclo para su renovación.
La solución no parece ser desaparecer a los sindicatos, aunque eso es lo quisieran las autoridades. Eso es poco factible, por ahora.
Es de suponerse que un sindicato está para velar por los derechos laborales de sus agremiados, y el gobierno de garantizar la educación. Pero cuando las discrepancias no concluyen en acuerdos, la mejor salida podría ser el inicio de una nueva era y aceptar el reto.
Mientras tanto, los más afectados serán los estudiantes y a largo plazo la sociedad. Así que, al quedar trabados en sus intereses o se recurre a la legalidad o al musculo político sucio, de no haber soluciones pues para eso están las opciones.
En el caso de Chicago, la ‘ciudad’ (municipio), las escuelas ‘chárter’ son la opción; públicas no sindicalizadas, creadas por el ex alcalde de Chicago Richard M. Daley, que ahora su sucesor Rahm Emanuel impulsa con entusiasmo. Enfrentando así al sistema escolar de la ciudad con el sindicato, Chicago Public School, (CPS) y al sindicato Chicago Teachers Union, (CTU) que encabeza Karen Lewis.
En Chicago, como táctica política y para evitar conflictos con el sindicato e interrupciones en el calendario escolar, el alcalde a través del CPS con las escuelas ‘chárter’ promovida por United Neighborhood Organization, UNO, busca la salida. Las chárter originalmente estaban destinadas a la comunidad latina pero ahora se expanden por toda la ciudad y van por más.
Que sin sindicato de por medio pretende una reforma educativa supuestamente para mejorar la calidad escolar y administrativa, cuando las sindicalizadas ya se veían desgastadas, con un bajo nivel académico y disciplinario. En comparación con las chárter que al menos dejan ver una mejor apariencia personal de maestros como de estudiantes con uniforme, en conducta y mejor aprovechamiento escolar promedio.
Lo que sucede en Chicago en educación pública con políticas públicas, es de trascendencia nacional. Se ha destacado por ser baluarte y guía en el sistema educativo estadounidense incluso para otros países. Y el CPS pretende iniciar un nueva era educativa incluyendo a las chárter en sus sistema escolar.
El CTU en septiembre pasado al inicio del semestre tuvo una huelga de siete días, lo que no sucedía desde 1987. Una de las demandas principales consistía en aumento salarial como estaba estipulado en el contrato, pero no se cumplió supuestamente por la crisis económica que también afecta a la alcaldía de Chicago.
El aumento quedó a la mitad de lo estipulado dejando inconformes a los ‘teachers’, aunado a despidos, a extensión de horas por día y a días del ciclo escolar como es en otros estados, horas laborales que no son pagadas. Además, la exigencia a que los educadores se sometan a evaluaciones ¿le suena familiar esto?
Mientras que la ‘ciudad’ culpa a los sindicatos por las deficiencias en la educación, el sindicato denuncia falta de recursos que supuestamente se desvían a las chárter, lo que ocasiona sobrecupo en las aulas, falta de material educativo, con el que cuentan no está actualizado.
Por lo que se están cerrando escuelas controladas por el CTU por ineficientes e incosteables, y se están abriendo más chárters. Se corre el rumor que una vez establecidas estas y con más apoyo político y público podrían ser privatizadas, en parte.
En México la Reforma Educativa que recién fue aprobada por el Senado, no solo es sobre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, que dirige Elba Esther Gordillo, sino controlar el sistema educativo en sí. No se ha hablado de algún programa educativo en específico, más allá de la evaluación de los maestros, que los hay muy dedicados, pero cómo defenderlos con los rufianes que ni enseñan ni aprenden pero que están al frente. Además del negocio de las plazas que acaban en los más afines y no en los más capacitados. Pero no se acaba el mundo para ellos, se divierten los agremiados favorecidos danzando alrededor de los beneficios, regalos y prebendas. Como coincidencia termina y empieza una nueva era, como la de los mayas. Donde por cierto no sucedió nada.
La maestra Gordillo en lugar de regalarles un crucero por el Caribe a los integrantes de su comité ejecutivo y a secretarios con todo pagado más viáticos (cancelado), los mande a Chichén Itzá para agradecer que no se les acabo su mundo del todo, como le sucedió a Carlos Jongitud “barcel” Barrios cuando éste era el dirigente del SNTE durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Y en su camino rumbo a Yucatán pasen con sus Hammers por Oaxaca para que les den un “raite” a los militantes distinguidos de la Asamblea Popular de los Pueblos, APPO.
Sería mucho adjudicarle a los Mayas el fin y principio de una era gremial, pero que coincidencia ¿no?
QMX/rf