PERSPECTIVAS: Anuncios se suceden unos a otros

18 de diciembre de 2012
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10:16
Norberto de Aquino

El nuevo gobierno sigue su marcha a todo vapor. Y los anuncios se suceden unos a otros, con gran velocidad. Pero si el impacto es bueno, falta aún por determinar qué tanto lo serán los efectos de todo lo que se hace y dice en el arranque de la administración.

Dentro de la ola de anuncios y nombramientos, el turno ahora es para la transformación en los planes para recomponer todo el escenario de la seguridad.

Con todos los problemas del caso provocados por las torpezas del Senado, ya se tiene la reforma administrativa para modificar el status de la policía federal y se espera que algún día los senadores aprueben la ley anticorrupción, con lo que el complemento tendría que ser la forma en que se trabajará para el combate a la delincuencia y con quienes se hará esa tarea.

Es así que se anunció ya, la creación de una gendarmería nacional y se dejó ver que, ahora sí, habrá coordinación entre las dependencias encargadas de esa labor. En otras palabras, la primera gran acción del nuevo gobierno en materia de seguridad, ha sido la desaparición de la poderosa policía federal para convertirla en una dependencia de Gobernación y la crítica a la pasada administración por el desorden con que el se trabajó y por los nulos resultados alcanzados.

Pero aquí es donde aparecen los problemas.

Ya sucedió con la reforma educativa. No hay en realidad ningún cambio en los planes de educación. Se trata a lo sumo, de un movimiento político, con alcances más bien administrativos y de control de decisiones y de acciones.

Lo mismo sucede ahora. Habrá una nueva policía, llamada ahora gendarmería. Y con ella, habrá nuevos uniformes y cambios en las facultades y cosas por el estilo. Pero lo mismo sucedió cuando se creó la AFI o cambio todo se transformó para dar vida a la Secretaría de Seguridad Pública que tantos problemas ocasionó y cuyos pocos éxitos fueron más bien en el terreno del montaje.

¿Cuáles son las garantías que se tienen par creer que ahora las cosas serán diferentes? Promesas ya hubo. Y no se llegó a ningún lado. Y las cifras oficiales no pueden ser el elemento para dar a conocer los avances. Después de todo, el INEGI acaba de mostrarnos la manera en que esas cifras pueden ser acomodadas para que el gobierno diga lo que quiere decir, sin que la realidad estén tan apegada a los discursos.

Después, queda como en el caso de la educación, el hecho de las críticas al pasado. En el terreno de la educación se nos dice que la reforma tiene como objetivo recobrar el control del área para el estado, pero no se nos dice cómo se perdió, cuándo sucedió, ni si hay responsabilidades que exigir ante semejante situación-

Ahora, se lanza una crítica nada encubierta sobre el desorden en el pasado gobierno, sobre la falta de coordinación y por supuesto, sobre la improvisación con la que se “combatió” al crimen organizado o no.

Y entonces la pregunta es obligada: ¿y no hay nada que investigar ante ello? ¿No existen responsabilidades de ningún tipo ante semejante situación? ¿Los miles y miles de muertos pueden ser producto de esa improvisación y no haber responsabilidad de nadie por el hecho de que, supuestamente, la mayoría de los asesinados eran maleantes?

Los planes están a la vista. Y la velocidad con la que se ha arrancado en el nuevo gobierno es obvia. Los apoyos están a la orden del día. Y las expectativas no pueden ser más claras.

Pero si las cosas se miran con calma, parece que todo es apenas un anuncio con ciertas dosis de realidad. Falta sin embargo, la parte sustantiva de todo. Y con ella, los resultados, que claro están requerirán de tiempo.

QMX/nda

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