Abanico
La apuesta es ambiciosa, ¿atestiguaremos cómo funciona un gobierno de resultados? EPN tiene apoyo e impulso de los partidos políticos.
Lo peor que pudo ocurrir a México fue acostumbrarse a vivir, durante seis años, alimentado por el rencor social, incentivado el agravio como respuesta desde el poder a las exigencias de la sociedad; así, sólo se favoreció la intromisión de EEUU en asuntos internos de la nación, se estableció la división entre mexicanos como instrumento de contienda política.
Tony Judt, desde la autoridad moral obtenida por su congruencia ideológica y académica, lo asienta sin lugar a interpretaciones equivocadas: “La familiaridad reduce la inseguridad, por eso nos sentimos más cómodos describiendo y combatiendo riesgos que pensamos que comprendemos: los terroristas, los inmigrantes, el desempleo o la delincuencia. Pero las verdaderas fuentes de inseguridad durante las décadas venideras serán las que la mayoría de nosotros no podemos definir: el cambio climático y sus efectos sociales y medioambientales, la decadencia imperial y sus <pequeñas guerras> concomitantes; la impotencia política colectiva ante convulsiones distantes, pero con un impacto destructivo local. Éstas son amenazas que los políticos chovinistas estarán en mejores condiciones de explotar porque conducen muy fácilmente a la ira y la humillación”.
Resulta importante que desde la dirigencia de los partidos políticos se ponga el ejemplo, y con el pretexto de un acuerdo nacional se busque, se convoque a la reconciliación, como lo muestra el hecho de que los órganos de gobierno del PRI y del PAN autorizaron a sus respectivos presidentes, Pedro Joaquín Coldwell y Gustavo Madero, construir junto con el PRD de Jesús Zambrano un acuerdo político para el desarrollo nacional y la discusión de reformas que beneficien al país. Atestiguado por los gobernadores en funciones y electos, y además firmado por EPN y Cristina Díaz.
Del evento, celebrado antier en el Alcázar de Chapultepec, se desprende la idea de que la consolidación de un gran acuerdo nacional se transforme en la palanca fundamental que detonará el progreso propuesto por EPN en su mensaje de toma de posesión, porque México requiere una transformación a fondo de las políticas públicas que han generado pobreza, desigualdad y crisis.
Los siguientes son los puntos en los que líderes y legisladores del PRI, PAN y PRD trabajarán: 1. Sociedad de derechos: derechos humanos, cultura, seguridad social universal, educación de calidad, sistema nacional de combate a la pobreza. 2. Crecimiento económico: empleo y competitividad, desarrollo sustentable, Fortalecer la CF Competencia, energía, reforma hacendaria eficiente y equitativa, y telecomunicaciones. 3. Seguridad y justicia: reforma del sistema penitenciario, Plan Nacional de Prevención y Participación Comunitaria, reformar cuerpos policiales, gendarmería nacional, sistema de justicia penal acusatorio y oral, Código Penal y Código de Procedimientos penales únicos. 4. Transparencia: rendición de cuentas y combate a la corrupción, órganos locales de transparencia, plenamente autónomos y colegiados, Comisión Nacional Contra la Corrupción. 5. Gobernabilidad democrática: reforma electoral, gobiernos de coalición, propaganda gubernamental, reelección de legisladores, toma de protesta del presidente de la República, Ley General de Partidos Políticos.
De ese tamaño es la apuesta por regresar la dignidad a los mexicanos, por la reconciliación nacional. ¿Atestiguaremos cómo funciona un gobierno de resultados?
QMX/gom