
Teléfono rojo
Ambiciosa su agenda
Ante la “ambiciosa agenda de reformas” de Enrique Peña Nieto, como la calificó Barack Obama, éste ofreció intensificar los nexos entre México y Estados Unidos, mediante una estrecha relación personal y profesional entre ambos.
El presidente electo llegó a Washington en vísperas de asumir el poder, porque hubo de esperar la elección en que reeligieron a Obama, para evitar embrollos de tener que dialogar con los dos candidatos contendientes, o mostrar su preferencia hacia uno, lo que habría podido asumirse como intervención en la política interna del vecino del norte.
El mexiquense ya habló en firme con el relecto inquilino de la Casa Blanca para 4 años y podrá sentar bases para reforzar la relación entre los dos países, cuya vecindad geográfico ha causado conflictos muy serios, pero es indispensable, a la vez que una oportunidad de entendimiento constructivo.
Demandó de la Casa Blanca una cooperación eficaz para atender el cúmulo de cuestiones bilaterales, regionales y globales, en los que –reconoció Barack- Peña manifestó sensible interés, porque “México se ha convertido no sólo en una importante socio bilateral, sino en un líder multilateral, multinacional, muy importante en muchos temas, desde la energía y el cambio climático”, puntualizó el estadounidense.
Obama propuso crear una relación fuerte con el presidente mexicano con “una fructífera discusión sobre cómo fortalecer los lazos económicos, comerciales, de seguridad y competitividad” y para establecer una frontera común más segura.
El mexiquense anunció que pondrá en marcha una nueva estrategia de seguridad, porque tiene el gran compromiso con los mexicanos de reducir la violencia.
Subrayó la responsabilidad de ambos mandatarios en problemas comunes, como generar empleos en EU y México. “Hay una visión compartida –enfatizó– sobre la generación de empleos, que es una de las demandas más sentidas entre nuestra población”.
Sobre la reforma migratoria, Peña estableció que más que exigírsela a Obama, se propone colaborar para que se logre, porque beneficiará a la población de ambos lados con “un acuerdo de mayor movilidad de personas entre México y Estados Unidos”.
El presidente electo de México se entrevistó también en Washington con la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano; el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid y el de la minoría republicana, Mitch McConell, y con la lideresa de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Contactos muy importantes para poder obtener resultados de su “ambiciosa agenda de reformas”.
La última etapa de las giras internacionales de Peña Nieto fue en Ottawa, donde se entrevistó con el primer ministro Stephen Harper y celebró una reunión nutrida con empresarios canadienses, interesados en invertir en México.
Tras repasar la agenda bilateral y hablar de mejorar la integración regional de Norteamérica y con la Cuenca del Pacífico, Peña Nieto solicitó a Harper derogar la visa canadiense para los mexicanos, y el primer ministro anunció promover cambiar una ley para lograrlo.
QMX/sfl