ORACIONES A SAN LÁZARO: El regreso de las negociaciones con las viudas

23 de noviembre de 2012
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13:29
Ernesto Zavaleta

No es necesario un análisis muy profundo para coincidir con los 293 diputados que aprobaron la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, ni su titular, Genaro García Luna, ni nadie de esa dependencia podrían siquiera preguntar ¿por qué? Simplemente no funcionó desde su creación.

Durante la operación de la súper secretaría policiaca aumentaron de cinco mil a más de 40 mil los “policías federales” y su presupuesto se incrementó alrededor de 300 por ciento sólo durante la administración de Felipe Calderón, lo que no evitó 70 mil asesinatos.

Corrupción e incapacidad fueron los sellos de esta secretaría, no sólo identificados en el discurso de cada uno de los diputados que calificaron su gestión en la sesión de este jueves, también lo dice otro de los titulares de la SSPF.

Poco antes de presentar su renuncia a Vicente Fox, Alejandro Gertz Manero confesó “me voy porque son unos corruptos, me voy porque ni el presidente quiere corregirlo”, de hecho explicó que los propios mandos de la Secretaría a su cargo “tienen sus propios medios de comunicación y frecuencias de radio de los que estoy excluído”.

Para fortuna del actual secretario de Seguridad Pública Federal, y ex investigador del CISEN, su segura investigación tendrá que esperar a que se reorganicen las tareas de otra secretaría que también desaparece con la reforma aprobada este jueves, la de la Función Pública.

Pero será investigado a pesar de sus desesperadas medidas para tapar casos y retrasar investigaciones como la de Tres Marías, en el que cada semana los elementos de la SSP cambian su versión por ordenes directas de Genaro García Luna.

Genaro García Luna, demostró que no es lo mismo perseguir fantasmas que dar resultados contra el crimen organizado, como experto en investigación contra el terrorismo no pudo evitar el terror que genera la delincuencia impulsada por la corrupción e incapacidad de una policía que encabezó seis años.

Pero el miedo sigue presente y toma partido, así lo demostraron las adecuaciones que se hicieron a las funciones de la Secretaría de Gobernación, las propuestas presentadas por los diputados del PAN y PRD, y las declaraciones del coordinador de los legisladores de Movimiento Ciudadano, el diputado Ricardo Monreal y el vocero de los perredistas el diputado Carlos Reyes Gámiz, quienes califican este cambio como “un retroceso histórico”.

Los abusos de cuerpos policiales a cago de la Secretaría de Gobernación, que incluso provocaron la creación de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, obligaron a los legisladores a definir que es peligroso para la seguridad pública, a eliminar o acotar términos como disturbio.

En este sentido fue la propuesta aprobada del diputado Julio César Moreno del PRD para modificar la redacción del Artículo 27 del dictamen de la Ley Orgánica de la Administración Pública, relacionado con las nuevas funciones que se proponen para la Segob y eliminar de este la palabra “disturbio”.

Así quedo: “reforzar, cuando así se requiera o estime, la tarea policial y de seguridad de los municipios y localidades rurales y urbanas que lo requieran e intervenir ante situaciones de peligro o cuando se vean amenazados por aquellos que impliquen violencia o riesgo inminente”.

Baste ese ejemplo para describir el miedo de no pocos diputados de todos los partidos por el retorno los secretarios-policías conocidos como represores y controladores del sistema como Mario Moya Palencia, Jesús Reyes Heroles, Enrique Olivares Santana o Fernando Gutiérrez Barrios, a quien se le recuerda como el autor de la frase “negocio con usted o con su viuda”.

Control que alcanzó para llegar a presidentes a Miguel Alemán, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, y para elegir al presidente como lo hizo Manuel Bartlett, para decidir como elegir al presidente caso de Emilio Chuayffet Chemor.

Ese control fue la fuerza, esperanza y perdición del último candidato del priismo continuado, Francisco Labastida Ochoa, y de esa secretaria salió el dos veces fallido aspirante panista a la candidatura presidencial, Santiago Creel Miranda.

Una secretaria, la de Gobernación, que perdió por muerte a dos de sus titulares en el sexenio de Felipe Calderón, Juan Camilo Muriño Terrazo y José Francisco Blake Mora, de la que renunció otro, Fernando Francisco Gómez Mont Ureta, por “discrepancias” con el presidente y con el titular de la SSPF Genaro García Luna.

Secretaría de Gobernación con sótanos, expedientes secretos, más de 600 de estos enviados a la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, una secretaría que soportó menos de un año a un defensor de los derechos humanos, Jorge Carpizo McGregor , una secretaria que vuelve a ser el centro de control e investigación del país.

“San Lázaro quien manda de septiembre  diciembre de cada seis años ¿el que entra o el que sale?”

QMX/ez

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