LA COSTUMBRE DEL PODER: El memorial de Genaro

21 de noviembre de 2012
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1:15
Gregorio Ortega

El memorial dispuesto, cuando los escándalos de Tres Marías y Florence Cassez y Tomás Ángeles quedarán en la impronta de la humillación a los mexicanos.

Desconozco cómo y las razones por las cuales se decidió erigir un memorial para las víctimas militares del combate a la delincuencia organizada. Es la cereza que adorna el pastel del museo de los horrores de las políticas públicas de seguridad de este sexenio.

¿Cómo le hicieron para olvidar a las otras víctimas, a las que fueron incapaces de identificar, porque carecieron de capacidad para levantar tanta acta ministerial -¿les gusta el número de 80 mil?-, hacer autopsias y así, a pesar de las terribles dudas, establecer una diferencia con los victimarios?

Es oportuno preguntar por qué en ese monumento a la necrofilia nacional, fueron excluidos los desaparecidos, los que padecen trata de personas, los que han sido asesinados por negarse a la extorsión, los migrantes ejecutados a tubazos o ahorcados. ¿Quiénes sí, y quiénes no verán a sus familiares honrados en el memorial?

¿Florence Cassez estará incluida, porque al parecer es víctima del <indebido> proceso judicial?

Ya puestos en esa tesitura, ¿qué harán con los nombres de los 14 policías federales sujetos a arraigo, por el asunto de Tres Marías, y los mandos de la PF que los <instruyeron>? Nada es claro en la indagatoria, que pasó de confusión al descubrimiento de que esos 14 elementos sí quisieron asesinar, ejecutar o sólo desaparecer de la faz de la tierra a dos agentes de la CIA que operaban en México, y como daño colateral a un elemento de la SEMAR.

  1. No se ha establecido a qué acudían a ese campo de tiro, donde también pueden existir mazmorras para detención e interrogatorio.
  2. No se ha establecido cuál es el motivo o los motivos para que 14 policías federales recibieran la orden de ejecutarlos, ¿o lo hicieron motu propio?
  3. ¿Quién o quiénes dieron la orden?

Nunca se aclarará lo que allí ocurrió, como tampoco nunca podrá quedar del todo transparente por qué decidieron dejar a Tomás Ángeles y coacusados en prisión, a pesar de mostrarse incapaces de comprobarles algún delito, pues su única falta fue comentar con acritud y veracidad la política de combate a la delincuencia organizada. ¿También serán honrados en ese memorial?

Además de los militares víctimas de la violencia de las balas, también debiera incluirse a quienes padecen desnutrición, primero, y después fallecen de hambre, pues a fin de cuentas el dinero necesario para convertirlo en presidente del empleo, se invirtió en armas para las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, pero principalmente de Seguridad Pública Federal; ese desempleo que se produjo favoreció que los que se quedaron sin oficio ni beneficio se enrolaran en las filas de la delincuencia organizada, o buscaran cobijo en los diversos grupos armados que todavía existen en México. Sólo se dirigen las víctimas a una muerte segura, cuando prefieren una bala a la larga agonía del hambre.

¡Vaya timing político! El memorial dispuesto, cuando el escándalo de Tres Marías y de Florence Cassez y de Tomás Ángeles quedarán en la impronta de la humillación a los mexicanos.

QMX/gom

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