PERSPECTIVAS: Acabar con la Policía Federal

16 de noviembre de 2012
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10:09
Norberto de Aquino

La decisión de acabar de una buena vez con la Policías Federal como una entidad de poder político tomada por Enrique Peña Nieto tiene fundamento no sólo en los nulos resultados alcanzados a lo largo del actual sexenio, sino en el clima de confrontación permanente que el equipo de Genaro García Luna provocó con todas las instituciones encargadas de la seguridad nacional.

Es obvio que la PF fue la institución consentida de Felipe Calderón. Y está a la vista que el apoyo brindado por el gobierno federal a García Luna fue absoluto.

Bastaría con mirar rápidamente los presupuestos de la PF y el Ejército para entender lo que sucedió estos años. La PF con 36 mil elementos, tiene un presupuesto de 45 mil millones, en tanto que el ejército, con 160 mil integrantes, cuenta con 60 mil millones de pesos como presupuesto. La diferencia establece predilecciones.

Esta situación condujo a choques con Marina, PGR y claro está, el ejército. Y el desorden creado entró en el terreno de la lucha política, apenas iniciado el sexenio.

Pero el problema de fondo fue la incapacidad, o irresponsabilidad, con la que Los Pinos manejó el caso. No sólo no fue capaz de poner orden, sino que supuso que García Luna acabaría con los cárteles de la droga y ello pondría fin a la batalla interna.

Pero la realidad, siempre la terca realidad, nos mostró lo erróneo del cálculo. Y en la actualidad, con el proyecto de reestructuración administrativa puesto en marcha por EPN, lo que salta a la vista es la necesidad de poner orden en lo interno. Esto es, cerrar el mando de las fuerzas del orden. Y en esa decisión, lo que se determinó fue acabar con el poder concentrado por Genaro García Luna quién, además de todo, no tenía grandes logros que presumir.

Pero el caso no termina ahí,

En la batalla iniciada entre la PGR y la PF hay un ingrediente extra que sumado a la irresponsabilidad de Los Pinos, llama la atención: la opinión de los Estados Unidos.

Contra lo que García Luna quiere que se crea, no fue la PGR la que marcó la línea a seguir en el caso Tres Marías. Fueron los estadounidenses los que hablaron de videos y de una emboscada. Y los datos dados a conocer por las autoridades mexicanas, difícilmente podrían modificar esa idea.

Así las cosas y dentro de la línea marcada por Enrique Peña Nieto, el vuelco en todo esto no parará en la policías federal.

Parece lógico que para complementar el círculo, la Procuraduría General de la República tendría que seguir los pasos de la PF. Pero como esta dependencia no puede ser convertida en un apéndice de la Secretaría de Gobernación, lo obligado es un cambio absoluto en el equipo al mando de la dependencia. Y siempre dentro del estilo marcado para la policía federal, tendría que pensarse no sólo en un titular capaz, sino en alguien que además de mando y confianza, cuente con capacidad para el cargo.

La lógica obliga a pensar así, especialmente cuando se entiende que en Marina y en el Ejército, como cada seis años, habrá cambios totales en los equipos de cada institución.

En otras palabras, la Procuraduría deberá tener un equipo totalmente “nuevo”, a fin de que la coordinación que se busca para el combate a la delincuencia organizada pueda ser algo real en plazos inmediatos.

Y aquí es donde aparece, otra vez, la presencia de los Estados Unidos.

Si en estos años recibieron todo lo que solicitaron, ¿qué sucederá a partir del 1o de diciembre?

QMX/nda

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