Abanico
En algunos estados de la Unión Americana ya se usaba la mariguana con motivos terapéuticos, a fin de atender el dolor y los síntomas de algunas enfermedades. Esto justificaba en cierta medida su consumo legal restringido.
Lo que nunca se justificará, son las miles de víctimas mexicanas asesinadas en una infructuosa lucha que habrá de beneficiar a narcotraficantes disfrazados de empresarios quienes harán de ello un gran negocio enmarcado en “el gran estilo de vida americano”.
Hay quienes destacan las propiedades medicinales, sensoriales e incluso mágicas de la cannabis sativa o de la cannabis indica, sin embargo también es cierto que gran parte de las actividades delictivas que se registran en México se llevan a cabo bajo la influencia de esta droga.
¿Qué motivó la despenalización de la mariguana?
¿Habrá sido el interés de los legisladores en el bienestar social para erradicar la delincuencia?, ¿Tendrá objetivos médicos para tratar enfermedades incurables?, ¿Buscará acabar con el jugoso negocio de los cárteles de la droga?, ¿Tendrá como fin incrementar la sensibilidad y creatividad de los artistas estadunidenses?. Si es así, ¡bienvenida la despenalización!.
Pero no hay que descartar que detrás de esta medida hay intereses económicos que buscan convertir esta actividad delictiva en un gran negocio al estilo de los grandes inversionistas norteamericanos para hacerse de las ganancias cuantiosas que obtienen hoy los grupos del crimen organizado.
Sin embargo, para que la venta de mariguana sea un gran negocio se requiere un creciente mercado demandante, que ya existe: Estados Unidos es la primera potencia en el consumo de psicotrópicos y estupefacientes en el mundo.
Más aún, ¿que impedirá que los impetuosos empresarios de Wall Street inviertan millones de dólares en laboratorios para mejorar y potenciar la calidad y las propiedades adictivas de la mariguana? Para hacer negocios y multiplicar el capital se requiere un creciente mercado y un público cautivo y, ¡si es adicto, mucho mejor!.
Es falsa la premisa de que la legalización de las drogas representa el fin de la delincuencia organizada. La mariguana es solo una de decenas de psicoactivos que existen en el mercado. ¿Legalizarán los estadunidenses también el consumo de la hoja de coca y la adormidera para controlar la producción de cocaína, heroína y el opio por sus propiedades recreativas? Es pregunta.
Las ganancias de los cárteles se han incrementado por el desarrollo de las llamadas drogas sintéticas, de diseño o de laboratorio como el cristal, las anfetaminas, el crack y muchas más que inundan todos los días las calles de nuestras ciudades y difícilmente desaparecerán.
Quizá sea el momento de legalizar, para delinquir dentro de la ley.
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