Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
WASHINGTON, DC— Los mexicanos siempre nos equivocamos en el resultado electoral de las presidenciales estadounidenses. Mandatarios como José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Vicente Fox apostaron invariablemente al perdedor y, excepto el que se decía oriundo de Agualeguas –quien recompuso su relación con el primer Bush, con aquél “espíritu de Houston” en el que cedió todo lo que había que ceder–, iniciaron relaciones más que difíciles con el vecino del norte.
López Portillo, por ejemplo, apostó a favor de Edward Kennedy. Y el ganador de la candidatura demócrata y de la Casa Blanca fue James Earl Carter. Volvió a equivocarse con Ronald Reagan, de quien incluso dijo lo había dejado “colgado de la brocha”, y De la Madrid pagó las consecuencias. Salinas nunca creyó que “papá Bush” diera el brinco de la Rotonda del Observatorio Número 1 –residencia de la vicepresidencia– a la Casa Blanca, pero ¿habilidoso” apuró un encuentro con el texano y acordó los términos del Tratado de Libre Comercio. Ernesto Zedillo, rara avis como en todo, mantuvo una relación más que cordial con William Clinton, quien hasta le prestó dinero para que su gobierno saliera de aquel famoso “error de diciembre”.
Los panistas Fox y Calderón, en su momento cada cual, no tuvieron siquiera la oportunidad de colocar sus fichas sobre el tapete de la relación bilateral. Los mandatarios estadounidenses Bush Jr y Obama simplemente los trataron como dependientes, empleados.
Hoy, las encuestas –muy en especial la elaborada por el Gabinete de…, uno de cuyos copropietarios es el zedillista Liébano Sáenz– apuntan que, de poder votar en territorio estadounidense, el 61% de los connacionales encuestados votaría por la reelección del demócrata Barack Obama.
Y es que, desde inicios de la década de los 60´s del siglo anterior, cuando el carismático demócrata y católico John F. Kennedy asumió la presidencia de este país, la identificación de los mexicanos con los militantes del partido que tiene a un burro como emblema se ha dado enautomático, con la creencia, además, de que “a México siempre le va bien con presidentes surgidos del Partido Demócrata”, pero…
No es así. El mismo Kennedy y su Alianza para el Progreso fueron la punta de lanza para la intervención de, por ejemplo, las transnacionales “gringas” en las políticas domésticas de los países latinoamericanos, incluido México por supuesto. Y de ahí, pa’l real…
Todo demócrata siempre atentó contra México. Ahora mismo, con Barack Obama como nuestro vecino político más importante, las cosas no han podido ser peor.
CARISMÁTICO Y DAÑINO
Primer Presidente negro. Joven. Con un excelente manejo ante cámaras, Obama siempre vio hacia abajo a Felipe Calderón no sólo literal, también metafóricamente. La buena relación presumida en los medios por el ocupante de Los Pinos se debe, en realidad, a la muy cordial que sí mantienen las cónyuges de ambos: Michelle y Margarita.
Con Obama México ha sufrido el “Rápido y Furioso”. Con Obama, los armeros del sur de la frontera han vendido armamento como nunca en su historia. Con Obama creció en longitud, espesor y altura el muro fronterizo. Con Obama crecieron las deportaciones de connacionales. Con Obama, también, murió la esperanza de 11 y medio millones de indocumentados que creyeron en su incumplido compromiso de una reforma migratoria…
De ganar los comicios este día ¿van a cambiar esas políticas hacia México desde la Casa Blanca?
A México y a Estados Unidos, me dice una experta en política internacional, les conviene reiniciar su relación desde cero, a partir de dos nuevos personajes en los cargos: Enrique Peña y Mitt Romney, porque va a ser muy difícil que, en caso de ser reelecto, Obama meta reversa a muchas de las acciones ejecutivas que han ensuciado la relación bilateral.
Esta noche, en fin, conoceremos si a partir de 2013 tendremos más de lo mismo o si verdaderamente existe una oportunidad para recomponer la correlación de Estados Unidos y México.
Índice Flamígero: Hay un empate técnico entre los candidatos demócrata y republicano. Será Florida, otra vez como en el 2000, el estado que decida el rumbo de la elección. Y ahí Romney lleva ventaja. + + + El suspense en México ya no existe. Tenemos la certeza indudable de que dentro de 24 días termina el fatal y fatídico sexenio en el que Felipe Calderón ocupó Los Pinos.
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QMX/fr