Libros de ayer y hoy
La estrategia para atacar al crimen organizado en nuestro propio territorio implementada por la administración calderonista, nos ha costado a los mexicanos inseguridad, violencia, terror y muerte. Sin quitarle responsabilidad constitucional a Felipe Calderón, es más que claro que no pudo, aunque debió haber dicho no a los dictados de los gobiernos de Estados Unidos para que nuestro país sea la línea de fuego de los cárteles de la droga, mientras que la zona estadounidense conserve sólo el estatus de mercado de la droga y otras economías ilegales.
En septiembre de este año, el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, reiteró al presidente electo de México, Enrique Peña Nieto; su oferta de seguir trabajando en la lucha antidrogas que se lleva a cabo en nuestro país, pero además externó su idea de que aquí las corporaciones de la Policía así como el aparato judicial deben fortalecerse para ejercer mayor presión sobre los grupos criminales y aunque soltó la idea de que el curso de esta lucha es de nuestra determinación ellos quieren ayudarnos siempre y cuando tomemos acción para presionar a los cárteles, y Obama sumó: “Cometeríamos un error si dijéramos que este sea el problema de México, porque obviamente generamos mucha demanda de drogas en este país, y armas y dinero fluyen al sur al mismo tiempo que las drogas fluyen al norte”.
Es más que claro que los gobiernos estadounidenses no quieren por nada del mundo que la línea de fuego para controlar a las organizaciones criminales traspase la frontera mexicana, aunque tampoco pretenden terminar con su costumbre al consumo de las ofertas del mercado ilegal.
Ante este panorama, no veo cómo cambiar los resultados de violencia y muerte en nuestro país como consecuencia de la lucha antidrogas, ni siquiera con una nueva estrategia porque la premisa ante todo, es evitar que lo más oscuro del combate se traslade a tierras al norte de nuestra frontera.
Ni las voces de Kofi Annan, ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas por críticas que sean a la estrategia de Calderón en la guerra contra las drogas podrán impulsar un verdadero giro a los resultados en muertes “colaterales”.
Annan señaló: “Cuando uno mira a los resultados de la estrategia de Calderón, la mayoría de la gente dirá que no ha funcionado. Ha muerto demasiada gente”.
Contrario a lo que muchos creen, opino que sí hay que contabilizar el terror hasta que hagamos conciencia. La muerte jamás debería ser empujada por la acción directa del hombre, o contenida en otros espacios por la operación de la fuerza y la amenaza.
Acta Divina… Kofi Annan, ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, desde Washington DC, Baltimore, en la presentación de su libro A Life in War and Peace, afirmó que la lucha contra las drogas debe ser a través del fomento de la educación y la salud, y no con la brutalidad.
QMX/cr