DINTEL: Ni a quién creerle de los puros y los “charros”

17 de octubre de 2012
 , 
0:15
Abelardo Martín

Una de las graves deficiencias en la formación del mexicano es la ausencia de educación cívica en dos rubros fundamentales: ciudadanía y conciencia sindical o cultura laboral. Por atavismos religiosos, pero sobre todo culturales, al trabajo se le clasifica como una maldición en vez de bendición.

Ambos casos provocan desajustes individuales y sociales que influyen en el todo nacional. La falta de conciencia ciudadana desvirtúa o desaparece derechos y obligaciones del ser ciudadano. Lo mismo ocurre con y en el trabajo.

Adicionalmente, el sindicalismo mexicano o “charro” que se interpreta como dócil o a modo del gobernante en turno, distorsionó aún más el trabajo, su conceptualización y desempeño. Como sino trágico o una paradoja cruel, los sindicatos “independientes” terminan convirtiéndose en los peores cacicazgos, con la complacencia y apoyo de patrones y gobierno.

Como consecuencia de la reforma laboral promovida, en el último minuto y con prisa, por el gobierno panista actual, se ha discutido y exigido que la transparencia sindical se imponga en las organizaciones obreras. De inmediato se piensa en maestros, mineros, electricistas y telefonistas, gremios que están adaptados a la vieja tradición sindicalista, que dominaba y en la que predominó hasta su muerte Fidel Velázquez.

Diversas versiones señalan que el análisis de la reforma laboral ya provocó a las dirigencias de los sindicatos “independientes”, a exigir trasparencia y el público responde: el burro hablando de orejas.

Ya hasta el presidente electo Enrique Peña Nieto, advirtió que su postura es en favor de la transparencia sindical en un marco de respeto a la autonomía gremial. “La posición ha sido clara en todo momento. Nos hemos pronunciado por la transparencia sindical, pero ésta en alcance a la autonomía que tienen los sindicatos. Deben respetarse las conquistas laborales y sobre todo el respeto a su plena autonomía”.

Por su parte, el senador del PAN, Javier Lozano Alarcón, ex secretario del Trabajo en este gobierno panista, dijo: “La Confederación de Trabajadores de México, el Congreso del Trabajo, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos y otras organizaciones afines al PRI, a través de una carta en la que se intenta chantajear, están empeñadas en detener la iniciativa de reforma laboral para preservar sus privilegios y, al mismo tiempo, están amagando al propio PRI y al presidente electo, Enrique Peña Nieto”.

A su vez, el Partido de la Revolución Democrática busca un nuevo esquema para lograr la transparencia de los sindicatos a fin de que los trabajadores conozcan en qué se gastan los líderes sus cuotas sindicales y el dinero que reciben del gobierno. El grupo legislativo perredista impulsa una iniciativa para establecer que la ley de transparencia tenga carácter general en lugar de federal. Con esto, se obligaría, no solo a los órganos o entidades de gobierno, sino a los partidos políticos, sindicatos y grupos parlamentarios, a informar el uso que le dan a los recursos. El líder de pilotos de avión, Carlos Manuel Díaz, y el de sobrecargos, Ricardo del Valle, demandaron incluir en el proyecto la transparencia y libertad sindical, porque ello no viola la autonomía gremial y hay trabajadores “que no conocen el nombre de sus dirigentes”.

En contraste, el presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Francisco Hernández Juárez, reprobó la minuta y consideró que es una continuidad del proyecto económico “que ha sido catastrófico para la mayoría de los mexicanos”. En el mismo sentido, el dirigente del Sindicato de Trabajores de la UNAM (STUNAM), Agustín Rodríguez, aseguró que la minuta contiene propuestas que fueron retiradas de la Ley Federal del Trabajo “hace más de 40 años”, como la contratación a prueba. “La minuta es un intento para propiciar la intervención del gobierno federal, patrones y partidos políticos en la vida interna de los sindicatos”, señaló Rodríguez, quien añadió que están en contra del outsourcing, el pago por hora y la contratación a prueba. De su lado, el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, sostuvo que es una reforma anticonstitucional que violenta el Artículo 123 y los más de 50 convenios internacionales suscritos por México en la materia. Luego se dirigió al secretario de la Comisión, el senador panista Lozano Alarcón, presente en la reunión, a quien le hizo llegar el “saludo de los 44 mil ex trabajadores” de Luz y Fuerza del Centro, y le dijo que es “el peor secretario del Trabajo” que ha tenido México. De igual manera Martha Heredia, de la UNT, aseveró que la minuta lesiona los intereses de las trabajadoras, más que a los trabajadores, porque no abate la discriminación que sufren las mujeres en los centros laborales. La UNT apoyó también que los líderes sindicales sean elegidos por voto libre y secreto.

No hay, de plano, hacia donde voltear ni a quien creerle.

[email protected]

QMX/am

Te podria interesar