Libros de ayer y hoy
El cuñado feliz, le dicen en la Asamblea Legislativa al perredista Antonio Padierna Luna, hermano, por supuesto, de la senadora perredista Dolores Padierna, feliz y agraciada esposa del señor de las ligas, el perredista René Bejarano, quien a su vez es uno de los más fieles y serviles seguidores, tras bambalinas como debe ser, del líder de “honestidad valiente”, el ahora ex perredista Andrés Manuel López Obrador.
Y ¿por qué el cuñado feliz? se preguntará usted, con sobrada razón.
Pues porque prácticamente se sacó la lotería por ser hermano de quien es. Será ni más ni menos que presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, una de las 11 comisiones que se agandalló el grupo que comanda el desprestigiado y repudiado perredista René Bejarano.
Presidir una comisión siginifica, poder y dinero, y si es de las importantes, mucho mejor.
La fortaleza de la corriente amarilla que azuza el señor de las ligas está depositada en sus alfiles que en la Cámara de Diputados encabeza, el cabeza dura, Martí Batres; en la Asamblea Legislativa, el cuñado feliz, Antonio, y en el Cámara de Senadores, pues la propia señora Padierna de Bejarano. ¿Y por qué chingaos no? Si por eso hemos trabajado duro, diría uno de ellos.
¡Qué bonita familia!
En la Cámara de Diputados ya mostraron el músculo, pero de la manera más estúpida.
Irracionales como son, unos 50 de ellos, abandonaron el recinto para no participar en la votación de la Reforma Laboral. Si se hubieran quedado y hubieran votado en contra, esa reforma no pasa. Pero así son, como policías chinos.
El hubiera proviene del verbo haber conjugado en tiempo pendejo.
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Van por todo
Pero, inquietos como son estos muchachos de la corriente bajaranista, van por más.
Fieles y devotos a las enseñanzas de su mentor, Andrés Manuel López Obrador, serán de los primeros que correrán a engrosar las filas del Movimiento de Regeneración Nacional, (Morena), el nuevo partido que con la alborada del 2013 nos deleitarán por que el show debe continuar.
Por lo pronto René Bejarano, una vez que ya demostró su poder dentro de las cámaras, ahora va por las mejores posiciones de la Jefatura de Gobierno.
El todavía virtual jefe electo, Miguel Ángel Mancera, y su gente, ya no siente lo duro, sino lo tupido.
Le quieren imponer a cuando menos, una decena de secretarios lo cual significaría, amarrarlo de las manos y dejar que René Bejarano y compañía gobiernen una de las ciudades más grandes del mundo.
Preparan así el gran retorno de su jefe político para entregarle una vez más la plaza, anular en la capital a Marcelo Ebrard, y encausar a su delfín, Martí Batres, para que sea el próximo Jefe de Gobierno en 2018, y AMLO, Presidente de la República. ¡Uuuuf!
Hoy recibe Miguel Ángel Mancera su constancia de mayoría que lo convierte en Jefe de Gobierno electo. Será hora de que dé un manotazo en el escritorio o dejará que el grupo bejaranista siga con los chantajes y las presiones.
¿Permitirá que le sigan apretando los desos?
Porque si no, ¿a dónde vamos a parar? diría el Buky mayor.
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La salida de Coldwell
Y hablando de senadoras, la priista y regiomontana Cristina Díaz, ex alcaldesa de Guadalupe y muy afecta a las casas de juego, es quien se perfila para sustituir a Pedro Joaquín Coldwell en la dirigencia nacional del PRI, una vez que éste ya anunció su salida de ese encargo.
La senadora Díaz ha tenido una carrera meteórica, tanto que ella misma se sorprende, según nos cuentan en la tierra del cabrito. Llegó a la Secretaría General del tricolor con Humberto Moreira, y tras los escándalos de malos manejos del ex gobernador en desgracia, Cristina se mantuvo en el cargo, contra viento y marea.
Una vez que el barco llegó a buen puerto, con Peña Nieto en Los Pinos, pues dicen que ya es tiempo de que otra vez una mujer esté al frente del partido, después del buen sabor de boca que dejó Beatriz Paredes, quien a s vez suspira por un cargo de altura en el próximo gabinete.
Pero previsores que son estos priistas, nos dicen que si NO llega Cristina, pues el partido tiene gente de sobra pa echar mano.
Y si no, pues ahí está Rodrigo Medina, el exitoso gobernador de Nuevo León; tienen a Javier Duarte, otro priista que relumbra en Veracruz, pero por ineficaz, y por no dejar, pues también mencionan al sanluisino, Fernando Toranzo, aquel que ganó la gubernatura y ni él mismo lo creía.
Total, que por gente no paran.
Pa´que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo. ¿O qué, no?
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Nos leemos el miércoles
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