CABEZA DE PLAYA: El plumero independentista español

08 de octubre de 2012
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Carlos Galguera R

España vive una situación institucional deteriorada, en el peor momento económico posible; conjunción diabólica pero, si se logra conectar la clave de los múltiples laberintos, puede estar llena de oportunidades de liberación y repunte…

Una de las facetas más delirantes está escenificada por líderes nacionalistas del País Vasco y Cataluña, inocultables e inocultados tintes independentistas; los mensajes han calado en un porcentaje sorprendente alto de sus destinatarios…

La secesión de los dos territorios españoles campea en las proclamas nacionalistas, con todos los amplificadores abiertos y los canales de replica razonable, inteligente, de largo recorrido, cierta profundidad histórica…, cuidadosamente tapados o difuminados.

La figura del secuestro puede ser válida para interpretar el momento por el que transitan muchos habitantes de estos territorios, incluyendo “sutilezas” puestas en marcha por sus captores, para mostrar a sus ciudadanos que están siendo ocupados y expoliados por la Nación Española; algo que huele a descarado fundamentalismo radicales de la “religión” nacionalista.

Yo veo esta realidad así; una gran mayoría, todos conocemos numerosísimas muestras, de catalanes y vascos, tienen sentimientos nobles, inteligencia, entienden los problemas, comprenden y se compadecen por la gente que sufre, no solo en sus entornos, simpatizan y se solidarizan con ellos de muchas formas…, defendiendo, al mismo tiempo sus propios intereses; pueblos humanos, en el mejor sentido del término.

Pues bien, aquí aparecen en escena los dirigentes nacionalistas de turno, que pretenden la independencia de sus territorios respecto a España, aceptando, eso si – comentan en voz poco audible – la férrea disciplina de una configuración Europea que quiere salvar su supervivencia, sin demasiadas contemplaciones, ni pequeñeces molestas…

Estos líderes, ante el deficiente modelo representativo español, forjan su legitimidad en maniobras de cenáculos, manifestaciones, asambleas, carteles, gritos de minorías, con ecos de mayorías aplastantes…, todo eficazmente controlado; han establecido una realidad, captando, todo hay que decirlo, una cantidad importante de apoyos electorales….

Sin embargo estos líderes caminan lejos de la esencia noble, generosa, comprensiva, inteligente…, de los pueblos que tratan y consiguen representar. Jamás los veremos pronunciar palabras de comprensión y solidaridad hacia millones y millones de españoles que viven dramáticas circunstancias, soportan enormes sufrimientos…, un estilo mezquino, impropio de los pueblos que dicen representar

Los pueblos catalán y vasco deberían librarse de esa lluvia de consignas y “consignatarios”, que los tienen envenenados, han logrado calar en el subconsciente colectivo y en realidad no significan nada, aparte del amor universal de todos los pueblos del mundo por sus tierras, costumbres, tradiciones…

Los planteamientos independentistas no resisten hoy análisis rigurosos, ni teóricos ni prácticos; lo que si representan es la gran panacea para cuadrillas de dirigentes que usufructúan y merodean puentes de mando y aledaños, ávidos de cabalgar “por las alturas”, incapaces de acceder a mas altas cotas en sus personales escaladas.

La Independencia es, asegura esta clase de líderes, la Religión que va a liberar a sus pueblos; un discurso sin fondo, pero de momento ha logrado que el plumero – falsedades e intereses entrelazados – de estos dirigentes no aparezca a la vista de sus votantes…

Simpatía y Solidaridad con los pueblos vasco y catalán, ante una deriva en la que están embarcados, que no tiene salida; no caigamos nosotros, el resto de los españoles en la trampa de identificar ciudadanías catalana y vasca, con sus cabeceras independentistas, un respeto; aunque las apariencias, y los “votos”, parezcan contradecirnos…

QMX/cgr

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