Libros de ayer y hoy
La autoridad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México se conduce como esa perra que hasta los de casa muerde.
Lo que hoy sucede en México parece guión de película de Juan Orol. Todos los valores están trastocados, la consciencia a nadie molesta puesto que la sociedad está confrontada y cada grupo o partido se atrinchera en su razón, en su verdad, sin importarles el daño causado por su actitud.
Vergüenza debiera causar, ¡vamos!, al menos rubor debiera provocar lo que ocurre en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Quienes debieran asumir públicamente su responsabilidad, predicar con el ejemplo, educar, fomentar los valores civiles y cívicos, son los primeros en romperlos y causar desconcierto, porque cuando la perra es brava…
Resulta que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emite una recomendación a la UACM, porque hay constancia de violaciones a garantías individuales en agravio de integrantes de la comunidad de esa institución por parte de las autoridades, como a la educación, a la honra, la dignidad y la libertad sindical, entre otros; sin embargo, amparado en el argumento de obedecer sin preguntar, el abogado general de la institución, Jesús Izquierdo Ubaldo, no la recibe.
Frente a la intransigencia y el autoritarismo de la autoridad educativa, la CDHDF usó sus recursos legales, por lo que Luis González Placencia decidió hacer la notificación vía estrados, con lo que se da por enterada a la universidad y empiezan a correr los tiempos establecidos para la aceptación o rechazo de la recomendación, que entre otros puntos solicita entregar al sindicato de trabajadores de la UACM las cuotas que se les han negado desde hace dos años, así como crear una comisión de diálogo y conciliación, integrada por personas de reconocida autoridad moral y académica que coadyuve a resolver el conflicto laboral, de ninguna manera académico, pero que debido a la actitud de las autoridades universitarias, se convierte en pésimo ejemplo educativo.
Para abundar en la percepción anterior, es preciso hacer notar que es la primera vez que una institución se niega a recibir la recomendación, cuando son las universidades las que debieran poner el ejemplo en el cumplimiento y observancia de la ley.
La recomendación se sustenta en 14 expedientes de queja promovidos por miembros de la comunidad universitaria entre personal administrativo, académicos y estudiantes, a quienes la contraloría de la UACM les inició procesos administrativos violando su derecho al debido proceso, por lo que solicita que les sean restablecidos sus derechos.
Y todo porque se recomienda a la rectoría que haga un pronunciamiento y un comunicado de prensa que reivindique la visión y la misión que tiene como institución educativa, para reevaluar la calidad académica de las personas egresadas, como competentes para participar en el mercado laboral, así como reconocer la representación sindical conforme a la toma de nota de la Coordinación Ejecutiva, de la Comisión Electoral y del Padrón de Socios con fecha 10 de enero de 2012, expedida por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
¡Vaya calidad académica de los directivos de esa universidad!
QMX/gom