Plataforma Laboral
La izquierda se ha apropiado la efemérides, que en apariencia fue para protestar contra un régimen represor, aunque en el fondo se pretendía el fracaso de los Juegos de la XIX Olimpíada, que se iniciaron el 12 del mismo mes en nuestra capital.
Expertos en mentir y presentar la historia a su modo, han hecho creer que la masacre del 2 de octubre fue contra estudiantes que luchaban por pluralismo y libertad para el país, no que fueron manipulados por potencias extranjeras y por precandidatos presidenciales deseosos de suceder a Gustavo Díaz Ordaz.
Afirmar eso a estas alturas es casi una blasfemia contra el dogma proclamado por la izquierda, que en aquella época de la guerra fría y alentada por el reciente arribo de Fidel Castro al poder en Cuba, fue usada de carne de cañón por intereses subterráneos para socavar al gobierno mexicano, que no se distinguía precisamente por sus aires de libertad y democracia.
Por años han aprovechado la fecha políticos para cobrar cuentas a supuestos enemigos: el 2002 López Obrador, jefe de gobierno del DF, usó una horda para atacar la anterior sede del Senado en Reforma, la Secretaría de Gobernación en Bucareli y Televisa en Avenida Chapultepec, amparado cobardemente en una chusma irracional que se salió de cauce, a la que no investigó ni sancionó por sus delitos.
Hoy el odio que se ha sembrado criminalmente en el país es propicio para que agitadores (SME, CNTE, Panchos Villa, #132) ataquen a personas e instituciones, como este lunes en Motozintla, Chiapas, donde quemaron el Palacio Municipal y excarcelaron a l00 reos, y la policía atacó al periodista Juan de Dios García Davish y lo despojó de su cámara.
El viernes pasado lanzaron huevos e insultos a la periodista Adela Micha al recibir un doctorado honoris causa en Veracruz, en cobarde ataque a la libertad de expresión y a la pluralidad que esos mismos grupos reclaman cuando les conviene.
En paralelo, diputados pejistas arrebataron el micrófono al presidente de la Cámara, Jesús Murillo Karam y tomaron la tribuna, durante la discusión de la reforma laboral, ante su impotencia de poder ganar democráticamente la discusión y abandonaron el salón de sesiones cuando se votaba para democratizar a los sindicatos.
Fue plan con maña: la izquierda se había comprometido a apoyar el voto libre y secreto de los trabajadores en las asambleas sindicales; mas los pejistas no podían cumplir tal acuerdo para no ir contra los cacicazgos de los eternizados líderes en el SME, STUNAM y el Sindicato de Telefonistas, núcleos fuertes del partido Morena que va a fundar Amlo, y del bloqueo tendido en torno a San Lázaro para sabotear la misma reforma laboral.
Posdata.-
+Definitivamente en Michoacán falta gobernador. A Fausto Vallejo le llegó tarde el cargo, cuando su salud está muy mermada, lo dializan a diario y el rostro se ve desencajado.
Mientras, Francisco Reina, el secretario de gobierno, no puede con el tercio: apenas salió del lío de la Universidad tomada, se descubren armas y drogas en las casas de estudiantes, y los niños de Nueva Jerusalén dejaron de ir clases a La injertada, pues los obispos-caciques volvieron a prohibirlo.
Y Reina sueña con suplir a Fausto, en caso necesario.
+Que no se les ocurra a los senadores panistas insistir en democratizar los sindicatos y trasparentar el manejo de las cuotas obreras, al discutir la reforma laboral, pues darían pretexto a la izquierda para convertir en otro herradero al Senado, como en San Lázaro, y harían peligrar la aprobación de esta iniciativa preferente.
Ya el ex secretario del Trabajo Lozano Alarcón amenazó con que resucitaría el tema, y nunca se ha distinguido por su tacto, pues, por ejemplo, malogró una de las decisiones más positivas del presidente Calderón, el cierre de la Cía. de Luz y Fuerza del Centro y desaparecer al SME como sindicato, pues se quedó sin patrón y sin contrato colectivo.
Pero inexplicablemente Alarcón (tras muchas peroratas y amenazas) le dio por su lado a Martín Esparza, reconoció su sindicato y le permitió reelegirse como líder. No faltan quienes preguntan ¿a cambio de qué?
QMX/sfl