ENTRESEMANA: ¿Es caja de ahorros la Sagarpa?

28 de septiembre de 2012
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8:25
Moisés Sánchez L.

Plausible sería que desde la Presidencia y hasta los secretarios, subsecretarios, mandos medios y superiores informaran de importantes ahorros en el gasto corriente, es decir, en telefonía celular, alimentos, viajes, automóviles, viáticos y todos esos etcéteras que implican un alto porcentaje del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Pero, eso de presumir que en gasto aprobado por el Congreso de la Unión e incluso etiquetado para evitar desvíos, se han ahorrado miles de millones de pesos, es grave y evidencia algo más que ausencia de sentido común en estos funcionarios que, por fortuna, están en vías de dejar el cargo.

Sin embargo, diputados y senadores también cargan con parte de esa culpa porque por años han soslayado las imperiosas reformas legales que sancionen la práctica de subejercicios presupuestales y obliguen a la rendición puntual de cuentas trimestrales, como se presume que este rubro se aprobó hace más de un sexenio.

Subejercer gasto público es de suyo grave y debe tener implicaciones penales, como ha ocurrido en el sector agropecuario nacional, donde la falta de transparencia en los programas destinados a éste, ha derivado en severos problemas como el que se enfrenta con la carestía del huevo que se ha ampliado a otros alimentos que integran la canasta básica. Por qué se encareció el forraje, por ejemplo. Es el círculo vicioso del que los funcionarios públicos responsables se cuelgan para explicar lo evidente.

O, tal vez debido a lo extenso de la denominación de la dependencia federal a su cargo, es que el licenciado Francisco Javier Mayorga Castañeda, como administrador de carrera que es, suele manejar a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación como una caja de ahorros.

Don Paco es licenciado en economía e incluso tiene una maestría en administración de empresas, ni más ni menos que por el ITESM. Pero en su currículum se asienta que tiene experiencia, fincada desde 1995, en el sector rural y agropecuario. Vaya, aprendió bastante bien esta chamba, al grado de que cuando en el último tranco del gobierno de Vicente Fox fue designado secretario de esto que se llama Sagarpa, de 2005 a 2006, a partir del 7 de septiembre de 2009 fue nombrado nuevamente en el cargo.

La premisa y el sentido común indican que en con más de quince años de experiencia, el jefe de la Sagarpa debiera conocer al dedillo su trabajo. Pero no. Resulta que en su gestión ha habido recurrentes denuncias por el subejercicio del presupuesto federal asignado a la dependencia bajo su responsabilidad, al grado de que cuando los apoyos al campo finalmente llegan a los destinatarios, sirven para maldita la cosa porque se les requería en la época de siembra, no en la de cosecha.

Y, para no variar en ese reiterado ejercicio de administrar a una dependencia federal responsable de la política agropecuaria nacional, como si se tratara de una caja de ahorros, la bancada campesina del PRI en la Cámara de Diputados demandó aclarar los subejercicios en los recursos destinados el campo.

Ocurre que, a dos meses y tres días de concluir el sexenio calderonista, la Sagarpa tiene retenidos millones de pesos que no han sido canalizados al agro nacional, conforme instruye la operatividad del Presupuesto de Egresos de la Federación. Esa práctica de subejercer los dineros como si fueran propios o se tratara de una caja para presumir, al final de un año fiscal, que hubo importantes ahorros, es criminal e implica desahuciar al campo.

Este jueves, en conferencia de prensa, el diputado federal priista Oscar Bautista Villegas acusó a la Sagarpa de tener decenas de programas a los que no han sido entregados los recursos de ley.

“México no puede ser soberano si no tiene soberanía alimentaria”, dijo con toda razón el legislador Bautista Villegas. ¿Por qué se han encarecido alimentos básicos como el huevo, el arroz, el frijol y vegetales? La respuesta no es la que pretenden sembrar funcionarios como el secretario de Agricultura, con aquello de responsabilizar a la crisis mundial o las consecuencias del cambio climático.

Sin una política agropecuaria, destinada a recuperar al campo como fuente de riqueza y sustento de la soberanía alimentaria, por supuesto que México entra a la espiral de la carestía de alimentos. Preguntemos, conforme con Bautista Villegas, ¿qué pasó con los 120 mil millones de pesos que, en el primer año del gobierno de Felipe Calderón se subejercieron, es decir, no se entregaron al campo?

Y en este último año del sexenio, dijo el legislador priista, “a través de la Sagarpa y de la Secretaría de la Reforma Agraria, tenemos un problema cercano a los 6 mil millones de pesos de recursos que no llegaron a la gente del campo, para poder poner en práctica sus proyectos productivos”.

En consonancia, el coordinador de la diputación campesina del PRI, Rubén Escajeda Jiménez, acusó al gobierno federal de falta de voluntad política: “Es evidente el desorden. No hubo orden, no hubo inversión al campo. No hubo orden en cuanto a lo que debemos producir y en lo que se refiere a los cupos de importación”.

Todo indica que el licenciado y maestro Francisco Javier Mayorga Castañeda es parte del club de amigos del Presidente, porque como secretario de Agricultura es buen arqueólogo. Digo.

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QMex/msl

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