
Descomplicado
Los continuos viajes internacionales
El equipo internacional del presidente electo, Enrique Peña Nieto, tuvo el acierto de iniciar la recuperación del lugar y el prestigio internacional perdido en los últimos años, con la visita a los vecinos del sur, que han tenido a México como a un hermano mayor.
Por lo menos tres generaciones de mexicanos se enorgullecieron del liderazgo mexicano en Latinoamérica, sostenido no solo por su economía sino especialmente por su cultura y por su transparente y congruente política internacional, que resistió hasta caprichos y desparpajos individuales como los protagonizados por Vicente Fox.
Primero las equivocaciones económicas y luego la falta de rumbo, sumado a la guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico y la epidemia de influenza, ambos en este sexenio, propinaron un contundente revés a México, como país. Es gracias a la belleza de sus innumerables sitios turísticos y a la organización de su gente como han podido remontarse estas difíciles circunstancias. Pero el daño está consumado y el liderazgo latinoamericano se perdió y es tarea ardua recuperarlo.
Ese es el desafío que lleva ahora el presidente electo, quien primero devolverá principios, dignidad y capacidad a los miembros del servicio exterior. Existe la voluntad de que los puestos diplomáticos dejen de ser premio o castigo y se obtengan por profesionalización y mérito.
La conseja popular decía que el presidente entrante debía acudir de inmediato a los Estados Unidos para recibir “la bendición” imperial. Es cierto que en el ámbito internacional el vecino norteño tiene una agenda interminable de asuntos con México y negarlo es necedad. Pero es no menos importante la que se tiene con Guatemala y todos los países de Centroamérica y el Caribe.
La seguridad y el comercio entre Guatemala y México serán los temas de la agenda de la reunión entre el presidente Otto Pérez Molina y Peña Nieto.
Los puntos relevantes son migración, seguridad y comercio, pues comparten una frontera de 956 kilómetros, que en los últimos años se ha convertido en una peligrosa zona en la que operan bandas criminales dedicadas al tráfico de personas, armas, mercancías y drogas, entre otros problemas. Ramificaciones de los cárteles mexicanos de narcotraficantes se han instalado en extensas zonas guatemaltecas para controlar las rutas de tráfico de drogas, lo que ha incrementado los hechos de violencia.
La gira de trabajo de una semana por América Latina, llevará a Peña Nieto a Colombia, Brasil, Chile, Argentina y Perú.
La visita a Colombia, este martes, se produce en uno de los mejores momentos en la relación comercial y política. Los organismos empresariales están optimistas del futuro, en especial, el dinamismo en el comercio bilateral.
El mismo ambiente se percibe en el resto de los países por visitar, inclusive frente a Brasil, considerado, hoy por hoy, –por muchos– como el gigante latinoamericano a la vanguardia del crecimiento económico y con grandes posibilidades de mantenerse en ese ritmo.
Esta primera gira internacional apunta a que Peña Nieto pondrá especial atención a la región. De paso paladeará y degustara la importancia de los viajes internacionales en la agenda presidencial. En tiempos del presidente Adolfo López Mateos (1958-1964) se les pudo considerar un “lujo”, pero hoy son una imperiosa necesidad. Además, permiten ver en perspectiva al país y comprobar lo equivocadas de muchas políticas (seguridad, turismo, economía), que tanto han costado a México.
QMex/am