LA COSTUMBRE DEL PODER: 40 mil millones

16 de agosto de 2012
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Gregorio Ortega

Pero lo que más llama la atención de ésta y otras informaciones, es la certeza exacta, precisa, con la cual determinan esas cantidades y cómo saben a dónde se destinan o por cuáles de sus servicios financieros regresan a México, su país de origen, o por dónde lo hacen cuando se trata de efectivo.En nota de Doris Gomora para El Universal, nos enteramos de que Barry McCaffrey está seguro de que los cárteles mexicanos repatrían anualmente y desde Estados Unidos 40 mil millones de dólares, que de alguna manera se reinsertan en la economía mexicana y no en la estadounidense, lo que seguramente saca de quicio a los delincuentes de cuello blanco y los políticos de esa nación, porque sin esos recursos México sería más fácil de manejar, o menos difícil para intervenirlo en sus asuntos internos.

Dice McCaffrey -siempre a Doris Gomora- que la delincuencia organizada se sirve de diez corredores en su país, principalmente en Texas, para transportar el dinero en efectivo. Da cuenta de la carretera 755 de ese estado de la Unión, refiere a las interestatales 20, 30, 35, 40 y 44; asegura que los barones de la droga mexicanos compran propiedades, las renuevan y las venden, sobre todo en las áreas de Dallas y Fort Worth.

Si poseen esa detallada información, si son capaces de conocer con exactitud las cantidades, las rutas, los horarios, las estrategias para lavar dinero, ¿por qué no detienen a los barones de la droga, a todos, como lo hicieron con los poseedores de caballos pura sangre?

La respuesta no necesita mucha reflexión. Hay quienes tienen el manto protector del orden y la justicia, por haber establecido complicidades con ingenio y a tiempo, y hay quienes deben pagar los platos rotos, para que los contribuyentes de Estados Unidos se crean el cuento del combate al narcotráfico, tal como lo narra Don Winslow en El poder del perro.

Sostuvo McCaffrey: “El Servicio Interno de Ingresos de Estados Unidos (el SAT de acá) ubicó que algunos narcotraficantes utilizan códigos de color para marcar los paquetes que envían con dinero, con el propósito de identificar su procedencia y a los grupos criminales que deben ser entregados”.

Ya saben, lectores, si reciben dólares marcados con algún color, ¡háganle el fuchi!, proviene del narco. Miles de millones que sólo ellos saben producir.

QMex/gom

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