LA COSTUMBRE DEL PODER: Beltrones-Gamboa

13 de agosto de 2012
 , 
0:15
Gregorio Ortega

La tarea supera los trabajos de Hércules, porque no necesariamente la sociedad respaldará las decisiones asumidas por sus representantes en el Congreso. El conflicto poselectoral de 2006 se encargó de confrontar a los legisladores con sus representados, pero el contencioso actual en el que ingenuamente se pide desaparecer la legalidad para imponer un presidente interino, se sembró el huevo de la serpiente -como en la película de Ingmar Bergman- , por lo que buena parte de esos electores agraviados y engañados por la calumnia, desconfían de las instituciones del Estado, de los partidos.

Deberán, los nuevos líderes parlamentarios del PRI, demostrar que son ajenos a viejas prácticas de negociación, pero, además, ser capaces de convencer de los beneficios de sus propuestas a una sociedad que está curada de espantos, agotada por el sacrificio, ansiosa de disfrutar del fruto de su trabajo y de paz social. Lo que avalen los congresistas de Acción Nacional y de las izquierdas, deberá ser apoyado por 30 millones de electores que no creen ni en ellos mismos, y por esos abstencionistas incapaces de comprometerse.

Lo anterior representa el tramo menos difícil, pues Beltrones y Gamboa deberán abrir la puerta a la reforma del modelo político, sin la cual las reformas estructurales para recomponer la maltrecha economía mexicana sólo serán un espejismo de lo que en verdad se necesita, para que las pensiones, por ejemplo, dejen de ser un riesgo de insolvencia para las finanzas públicas, se obtengan los suficientes fondos para educación y la atención universal en salud, pues lo sembrado por el gobierno que se va, no es sino una impostura tan grande como las calumnias de AMLO.

Para obtener el apoyo de las fracciones parlamentarias de oposición y de la sociedad, habrán de dar algo a cambio; para demostrar que son hombres maduros, pero sin embargo representan el nuevo PRI en actitud y propuestas, también habrán de hacer ofrendas sacrificiales; para hacer que funcione la propuesta de EPN sobre una institución que combata la corrupción y con ella se destierre la impunidad, necesitarán predicar con el ejemplo.

Los mexicanos, todos, serán testigos de la voluntad de cambio, de lo contrario, como expuso Cicerón en el proceso a Sexto Roscio: “El diario espectáculo de atrocidades ha ahogado todo sentimiento de piedad en los corazones de los hombres. Cuando a cada hora vemos u oímos referir un caso de gran crueldad, perdemos todo sentimiento humano. Los delitos ya no nos horrorizan y sonreímos ante las atrocidades que cometen nuestros jóvenes. Excusamos la pasión, cuando deberíamos comprender que los apetitos incontrolados de los hombres conducen al caos”.

Beltrones y Gamboa tienen la más alta responsabilidad que jamás soñaron.  Su objetivo es “construir el verdadero diálogo democrático entre ciudadanos a favor del país,  gobernar con la gente, actuar en reflejo de sus preocupaciones, exigencias y aspiraciones”.

Como expuso Beltrones: “Con los otros grupos parlamentarios, diálogo, debate, respeto y reconocimiento de la verdadera correlación de fuerzas políticas.  Si queremos encabezar una alianza transformadora en la pluralidad, deberemos tener mucha disposición, mucho diálogo, mucha participación y mucha negociación.  Con el liderazgo de una presidencia democrática, habremos de construir los acuerdos por las reformas…; este grupo parlamentario entiende la división de poderes como distribución de responsabilidades.  Que nadie se engañe o equivoque. Como la fuerza legislativa del partido en el poder, nuestra agenda es la del Ejecutivo. No hay dos proyectos de país. Es uno solo.  Por tanto, suscribimos y hacemos nuestras las tres iniciativas que serán presentadas al Congreso de la Unión en septiembre: 1.- La creación de una comisión nacional anticorrupción; 2.- La profundización y ampliación de la transparencia en todos los órdenes de gobierno y poderes de la Unión, y 3.- La creación de una instancia ciudadana y autónoma que supervise la contratación de medios de comunicación con fines publicitarios, en todos los niveles de gobierno”.

Correcto, pero tienen que diferenciar entre publicidad e información, entre transparencia y verdad, entre divulgación y propaganda.

La corrupción se combate con el ejemplo, con la sanción legal, pero implacable. La corrupción existe como consecuencia de la impunidad. Ninguna institución, reforma legal u organismo podrá desterrarla, si el pasado se disuelve en la impunidad.

QMex/gom

Te podria interesar