Ráfaga/Jorge Herrera Valenzuela
Los priistas apostaron a arrasar en las elecciones del 1 de julio pasado.
Confiaron en su triunfo en la Presidencia de la República, en la Cámara de Diputados, en la del Senado, en las gubernaturas en juego y hasta en las alcaldías, gracias al supuesto efecto Peña Nieto. Pero nanay.
En la Cámara de Diputados, el fiasco fue que sólo alcanzaron, entre mayoría y pluris, apenas 207 diputados, que los hace el grupo parlamentario más numeroso, pero no más, sin ninguna fuerza para llevar a cabo reformas importantes.
Pero hete aquí que sumando los 33 diputados que logró el Partido Verde llegan a los 240. Ni así.
Por eso es que nadie duda que los 10 plurinominales que logró el Panal se sumarán a esa fuerza para lograr los 250.
Pues ni así, ya que sumarían solamente 250. Faltaba la cifra mágica de la mitad más uno. Habría que resolver ese asunto, ¡pero ya!
Aquí es donde funciona la magia. Ni David Copperfield, lo hubiera hecho mejor.
La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de Toluca, anuló el triunfo del candidato perredista Armando Cervantes Punzo en el distrito 6 de Coacalco y se lo otorgó al priista Roberto Ruiz Moronatti. ¡Bingo¡
Ahora sí, el PRI, en alianza con verdes y panalistas, tiene la ansiada cifra de 251 diputados, la mitad más uno.
Pero, así como son de faltistas y de incongruentes, no dude usted que nunca estarán todos juntos cuando más se les necesite. ¡Ja!
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Este mes, el fallo
Ahora fue el senador Manlio Fabio Beltrones quien salió a decir que las autoridades electores no llegarán a plazos fatales y que este mes podría anunciarse la validez de los comicios y el triunfo de Enrique Peña Nieto como Presidente de la República.
Es decir, no esperarán a que legue el 6 de septiembre.
Suma su voz a la de un activo magistrado del Trife que dice lo mismo ante cualquier micrófono que le pongan enfrente.
Hasta parecen mensajes cifrados. Serán señales. O, en el peor de los casos, una instrucción para poner fin al desgastado proceso electoral, que a pesar de haber sido impecable, las protestas de las izquierdas parecen empañar.
El punto final se acerca.
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Libertad de expresión
Nos escriben de la Fundación para la Libertad de Expresión. Reproducimos tu texto:
“La lucha por el poder político, económico e, incluso, delincuencial ha sumido a nuestro país en una espiral de violencia a la cual parece difícil verle fondo, mientras los factores sociales que permiten la viabilidad de la incipiente democracia mexicana, como somos quienes ejercemos la libertad de expresión y los defensores de los derechos humanos, continuamos como receptores de los ataques de aquellos quienes pretenden apoderarse de México.
“La ineficacia, incapacidad o simulación del Estado mexicano —habida cuenta de que se trata de los tres poderes de la Unión y los tres niveles de Gobierno—, para combatir la impunidad de los ataques a los factores mencionados, no pueden continuar como un maleficio del que no nos podemos librar.
“El Estado mexicano no puede ni debe ser omiso, como tampoco evadirse de su responsabilidad de defender la libertad de expresión, porque están en juego el estado de Derecho, la democracia e, incluso, la vida institucional del país.
“Es evidente que cada ataque a la libertad de expresión busca cerrar las posibilidades de que la sociedad mexicana esté informada y conozca su realidad.
“Por tal motivo, para la Fundación para la Libertad de Expresión es importante y urgente que el Congreso de la Unión legisle un nuevo marco jurídico federal que dé garantías y protección a los periodistas y defensores de los derechos humanos.
“Que el Ejecutivo emita los reglamentos y lineamientos que siguen pendientes y que le ha hecho notar la Organización de los Estados Americanos (OEA), incluso los protocolos.
“Que los órganos de procuración y administración de justicia a nivel federal y de los estados, hagan un trabajo serio, con sustento, que garantice la libertad de expresión a todos y la seguridad a quienes la ejercen como profesión, no con apariencia de legalidad, sino un trabajo de defensa real de la libertad de expresión, creando las fiscalías especializadas y dotándolas de los recursos suficientes.
“La sociedad mexicana, como parte fundamental del Estado mexicano, tiene la responsabilidad de resguardar la vida pública de México dentro de los márgenes de una democracia real y moderna y solo trabajando todos unidos lo conseguiremos”.
CONTACTO:
Renato Consuegra
Fundalex ([email protected])
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