Alfa omega
En primer lugar – continuó el galeno – no deberán Vds sentir nausea nunca, ante lo que pudieran encontrar, una vez el bisturí haya rasgado las vísceras humanas, que han de atravesar, extirpar…
Por otro lado – concluyó el conferenciante – tendrán que mantener siempre alerta, vivo, un fuerte espíritu de observación, máximo grado de concentración. Les voy a ejecutar mi propio ejercicio…, después habrá un examen para todos los aspirantes.
Había un barreño grande, contenía un líquido espeso, marrón, franjas verdes, parecían excrementos, olor fétido…. “Van a tratar de imitar mis gestos”. Introdujo un dedo en el pestilente cubo y a continuación se chupó el dedo.
Pueden ir haciendo el examen.
Los alumnos, uno a uno se fueron acercando; asco infinito, dedo en la porquería y luego se lo chupaban, el gran maestro observaba…
Cuando todos habían recorrido el circuito, el ilustre conferenciante tomó la palabra. “Muy bien, han superado la primera parte de la prueba, su dedo en la mierda, bien, valientes, han vencido la nausea…, pero han fracasado en la 2ª parte del reto, la observación…” – de pronto se hizo un gran silencio en el salón – “si, ninguno de Vds se ha percatado de una cosa; yo he metido el dedo en la repugnante pasta y a continuación he chupado…¡¡¡ otro de mis dedos !!!”.
La historieta tiene múltiples traducciones; por ejemplo, los “sabios” de turno nos recomiendan, nos obligan a sacrificios durísimos y nos instan a que sepamos entenderlos, “saborearlos” a pesar de su mal aspecto, sabor desagradable…, por sus benéficas flechas resultantes.
Si observamos con atención, resulta que muy frecuentemente la cantinela “nosotros damos ejemplo, antes que nadie, de penalidades soportadas”, significa que están chupándose el dedo que está limpio, que no ha pasado por el potro de tortura…
QMex/cgr