Teléfono rojo
El punto principal es convencer al público votante de que “el otro” es peor. Que no tiene un vínculo real con el público, con el país o con la realidad. Que no sabe bien a bien de la economía o de política exterior, que tiene ideas extremistas o simnplemente, que no es buena persona.
Y de creer a las encuestas del diario Wall Street Journal y la cadena de televisión ABC, si la imagen de Obama es mala, la de Romney es peor.
De acuerdo con Charles Cook, un veterano y sólido analista político estadounidense, los estadounidenses saben poco de Romney. Que es rico, que es mormón, que es un exitoso hombre de negocios y por tanto que es inteligente y probablemente sabe como manejar la economía.
Y poco mas. De hecho, recientes grupos de ensayo fueron entrevistados y de acuerdo con Cook y las encuestas, mas allá de esas generalizaciones los integrantes de esos grupos de prueba encontraron poco bueno que decir de Romney y menos algo que lo defina o sugiera que se la ha presentado como un hombre de valía y digno de confianza.
Al contrario, la campaña de Obama lo ha presentado como un hombre de negocios que tuvo éxito gracias a prácticas como adquirir empresas prósperas para venderlas en pedazos, abaratar sus costos mediante el envío de puestos de trabajo a países con mano de obra mas barata, y de paso por guardar sus ganancias en bancos extranjeros, fuera del alcance de las leyes impositivas estadounidenses.
Cook alega que el énfasis de Romney y su campaña en los temas de la mala situación de la economía no ayudan al aspirante republicano. Cierto que en tiempos electorales la situación económica es la “vara de medir” sobre la actuación del presidente y/o el partido en el poder, pero al menos por ahora, pareciera que la elección de 2012 bien puede romper esa regla.
En ese sentido sería una hazaña histórica para Obama y su equipo. Lo normal es que los presidentes que buscan la reelección en épocas en las que hay una mala percepción de la situación económica sean duramente derrotados. Esa fue la historia de George H.W. Bush en 1992, de Jimmy Carter en 1980.
Pero ahora… El hecho es que Romney parece tener mas negativos que Obama, aunque la situación económica no favorece la reelección y el aspirante republicano no solo tiene una muy eficiente maquinaria de recaudación de fondos sino los bolsillos abiertos de muchos financieros cada vez mas descontentos con las medidas del mandatario. Por lo pronto, al menos, parece que no basta.
La realidad también es que el factor temor ha sido hace mucho una marca de efectividad para las campañas republicanas. Y sin embargo, de momento, parece favorecer a los demócratas con la figura de un Romney insensible al estadounidense común y al frente de un partido republicano dominado por religiosos derechistas…
QMex/jcf