Abanico
Y ello no sólo entrañaba el litigio en el tribunal electoral, también movilizaciones, plantones y todos esos etcéteras antipeñistas.
Más no asombró la versión si se toma en cuenta el antecedente de la mezcla de un París de noche, entre el pedigrí albiazul y el perredismo mexiquense que buscó descarrilar a Eruviel Ávila Villegas en la contienda por el gobierno del Estado de México. La estrategia, prohijada desde Los Pinos, tenía el objetivo final de debilitar a Enrique Peña Nieto. Pero les salió junto con pegado.
Empero, en esta reciente batalla por la Presidencia de la República, al fin hermanos del mismo dolor, derrotados soberanamente por el Partido Revolucionario Institucional, invocaron similares afrentas, ya por la compra del voto que inequidades de toda naturaleza.
Sin embargo, no cuadraba la imagen de panistas de la mano con las huestes lopezobradoristas grafiteando las paredes del Instituto Federal Electoral ni mucho menos en plantones con consignas en contra de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El Partido Acción Nacional, históricamente, es pionero en actos de resistencia civil. Ahí están registradas las movilizaciones de Luis H. Álvarez en Chihuahua, y los panistas de Coahuila, aquellos que hartos del fraude, en la década de los 80 incendiaron la alcaldía de Piedras Negras, en la frontera de aquella entidad con el condado de Eagle Pass, en Estados Unidos.
Pero ni en esas movilizaciones los comunistas –que igual tienen su historia, apisonada con represión de regímenes priistas del periodo post revolucionario—o los izquierdistas de lo que quedaba del PCM, ni el PSUM o el PMT, se sumaron al panismo que identificaban con la derecha reaccionaria, como aún lo consideran en esa penetración ideológica del Yunque, por cierto merced a cuyo activismo el PAN pudo conservar el bastión de Guanajuato.
El caso es que uno de los prominentes activos del PAN, integrante del primer círculo de Josefina Vázquez Mota y coordinador de la diputación federal del PAN, Carlos Alberto Pérez Cuevas, descerrajó el tiro de gracia al sueño de opio que azuzaba a una alianza para demandar la anulación de la elección de Presidente de la República.
Y de esa decisión anunciada la noche del lunes último por la dirigencia nacional del PAN, de que no acompañarán al Movimiento Progresista en la lucha por anular la elección presidencial, Pérez Cuevas fue específico.
“El PAN nunca dijo que iba de la mano con Andrés Manuel López Obrador –acotó Pérez Cuevas–, nunca y el PAN no dijo que tenía que someterse a lo que diga Andrés Manuel López Obrador (…)
“Si alguien compró votos y está demostrado, que se sancione, si alguien violó la ley y el proceso electoral y está en los tribunales y así se demuestra, que se sancione, pero tampoco puede hacerse uso de eso para intereses meramente personales de alguien que ya conocimos hace seis años y hoy viene a traer la misma versión”.
–¿Pintan entonces su raya con Andrés Manuel López Obrador?, porque el domingo Jesús Zambrano decía que ya los iba a buscar formalmente a Gustavo Madero para que fueran juntos en la impugnación—se preguntó a Pérez Cuevas en conferencia de prensa ofrecida por éste y otros diputados del PAN al término de una reunión plenaria de la bancada albiazul en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
–No, no, eso es al revés. Andrés Manuel López Obrador pintó su raya con México, pintó su raya con las instituciones y pinta su raya con el PAN. ¿Por qué? Porque no podemos acompañar a alguien que no es serio, que no pone elementos sobre la mesa y que lo que tenga que hacer de instancias y de autoridades que se vaya y se discuta allá y allá se analice–respondió.
“Andrés Manuel no sabemos ni qué tiene concretamente ni que no, lo que haga el PAN es tarea del PAN y lo que haga Andrés Manuel él sabrá sus estrategias y sus circunstancias, no nos vamos a prestar porque ya vimos hace seis años paralizar a una ciudad, empezar a desconocer cuestiones que fueron reales, hoy a nosotros –al menos al PAN – nos obliga a estar en cosas más profundas de transformación del país y de lo que le hace falta a esta nación”, dijo Pérez Cuevas.
Es un asunto de sentido común. ¿Por qué el PAN tendría que echar por la borda un capital político que, aun cuando lo mandó al tercer sitio electoral, le otorgó más de 12 millones de votos? Algo que López Obrador despreció hace seis años y no pudo crecer pese a la campaña permanente 2006-2012. Sentido común. Conste.
QMex/msl