Abanico
Esto viene a colación porque apenas concluyeron las campañas y las agresiones con periodistas por parte de simpatizantes del candidato de la izquierda López Obrador, van creciendo de intensidad.
Apenas este martes un camarógrafo de una cadena de televisión estadounidense fue golpeado por supuestos miembros del movimiento #YoSoy132 cuando iba a grabar una protesta en el Zócalo. Hay reporteros que mediante las redes sociales como Twitter y Facebook, manifiestan su temor a las intimidaciones de que son víctimas por parte de los seguidores del perredista cuando, en conferencia de prensa o entrevista, lo cuestionan o “incomodan” con sus preguntas.
Las agresiones habían sido toleradas por el propio ex candidato desde el lunes, pero el volumen que subió en su contra en los medios por azuzarlas provocó un cambio de actitud. El equipo de López Obrador decidió comenzar a blindar los encuentros de éste con reporteros y a tratar de desactivar las agresiones contra la prensa, para despresurizar el ambiente que cada día se calienta más. Pero, ¿lo conseguirán…?
En este contexto, Enrique Peña Nieto, luego de recibir felicitaciones de diversos mandatarios por el triunfo apabullante en las urnas el pasado 1 de julio, en sendas entrevistas con la comunidad internacional, primero con la BBC de Londres y después con el diario ibero El País, dejó bien en claro que, el PRI no se ha ido, es falaz decir que el PRI se fue. “Se fue del Gobierno de la República, pero sigue gobernando y habrá de gobernar en 21 Estados del país. La exigencia del PRI es dar resultados”.
El candidato triunfador se mostró ante dos influyentes medios, uno en habla hispana y otro en inglés que él tiene una visión muy pragmática de las cosas y de lo que la sociedad demanda que, es claro, son resultados.
Luego con firmeza aclaro que, “decir que me puso la televisión es faltarle el respeto a millones de mexicanos”.
Sin embargo, el reto que tiene enfrente el mexiquense es y será cumplir con uno de sus principales banderas: convertir a la política en un instrumento que sirva a la construcción de acuerdos y consensos sobre lo que México necesita, no en un obstáculo y el primero es alcanzarlos con las demás fuerzas partidistas, en especial el perredismo duro que encabeza López Obrador.
Aunque, para el virtual presidente de México en el periodo 2012-2018, López Obrador no ha cambiado y, por el bien de México, tiene esperanza de que en algún momento habrá de reconocer el resultado de la elección del 1 de julio.
“Creo que ya es momento de dejar de estar regateando respaldos a lo que México necesita”.
Peña Nieto se dijo parte de un partido que tiene una larga historia, más señalada por errores y desaciertos, que por los logros que contribuyeron al avance de México, que parecería que se hubiesen olvidado. Eso le significó un desgaste que se evidenció al perder el Gobierno de la República en el año 2000 debido en gran parte al haber sido un partido de gobierno durante tantos años”.
No se puede desacreditar y ofender la decisión de más de 18 millones de mexicanos que participaron, de buena fe, en un proceso electoral que es a todas luces no solo legítimo, sino jurídicamente correcto.
QMex/am