Libros de ayer y hoy
“¿Sabes lo que es la Operación Carrusel? –pregunta el avezado autor anónimo del correo electrónico. Y enseguida lo describe:
Fase 1- Muy temprano el iniciador del Carrusel se presenta a la casilla, enseña su credencial de elector, lo buscan en las listas nominales del IFE y entonces le entregan sus 5 ó 7 boletas para que vote por presidente, por senadores de mayoría, por senadores de representación proporcional, por diputados de mayoría, por diputados de representación, por gobernador de su entidad si es el caso y por alcalde o delegado si es el caso, lo mismo que por legisladores locales, si también es el caso.
Fase 2- Esta persona dobla las boletas electorales y las guarda entre su ropa en lugar de depositarlas en la urna.
Fase 3.- Esta persona se va a una casa de seguridad que está ubicada a unas cuadras de la casilla y ahí marca las boletas a favor del partido que está organizando el carrusel.
Fase 4.- Pasa otro elector al cual le entrega las boletas marcadas. Este tiene que ir a la casilla y depositar esas boletas y regresar en blanco las otras que ahí les entregaron. A cambio, recibirá 500, 1,000 o hasta 5,000 pesos.
Fase 5.- El operador del fraude marca esas nuevas boletas en blanco y se las entrega al siguiente y el ciclo vuelve a empezar. Así hasta que termina la Operación Carrusel…
… De nada sirve que los jóvenes #YoSoy132 se inscriban como observadores –reza el texto más adelante. El fraude no se hace en la casilla, sino a varias cuadras de distancia. El Presidente de Casilla y los representantes de los partidos pueden estar papando moscas en la casilla, mientras el fraude se está haciendo frente a sus narices sin que ellos ni siquiera se den cuenta. En la casilla todo está operando normal, mientras la Operación Carrusel se está llevando a cabo.
Si los jovenes #YoSoy132 quieren hacer algo, lo que pueden hacer es formar brigadas que estén dando vueltas en autos, bicicletas o motos alrededor de las casillas para vigilar que no existan casas de seguridad y organizar equipos de abogados o notarios que den fe de los hechos. Eso si tendría un altísimo impacto.
¿Qué va a pasar si lo hacen?
Que la votación va a bajar significativamente.
No importa que haya una votación pequeña pero que sea real, representativa del sentir de los ciudadanos.
De nada sirve, más que a los intereses aviesos de los partidos, inflar la votación con votos comprados por la Operación Carrusel.
Echar abajo la Operación Carrusel sería un golpe al fraude, a la simulación. Es una acción revolucionaria. Los partidos políticos perderán su negocio político y dejarán de seguir hundiendo a México en la pobreza y la ignorancia.
Tú decides.
En el correo referido, empero, se lee que es el PRI el que tiene 2 mil millones de pesos para el día “D”: Si los dividimos a razón de 5 mil pesos por elector, nos da 400 mil votos, pero si los dividimos a razón de 500 pesos nos da 4 millones de votos.
Tales serían los 10 puntos porcentuales que, dicen las encuestas, llevaría Enrique Peña Nieto de ventaja sobre sus competidores. Y, obvio, estos votos así obtenidos o comprados pueden decidir la elección.
Son, también, estos 4 millones de votos los que, de acuerdo a filtraciones, EPN habría pedido avícolamente –“de a pollo, y de a huevo”– a los gobernadores reunidos hace tres fines de semana en la residencia del mandatario estatal mexiquense Eruviel Ávila.
Pero no sólo el PRI. No se olvide que, a través de la Sedesol y de otras dependencias federales, el PAN también cuenta con decenas de miles de millones de pesos, listos para comprar la voluntad popular a favor de sus candidatos.
¿Qué hacer para evitar la Operación Carrusel? ¿Qué puedes hacer tú como mexicano responsable, libre, consciente y que quiere la democracia?
Después de votar, camina por las calles de tu barrio o colonia alrededor de la casilla donde votaste y si vez una casa de seguridad donde: haya mucha gente entrando y saliendo; donde haya gente desconocida que no identificas como tus vecinos; donde la gente salga de ahí para dirigirse a la casilla y luego regrese a la misma; donde haya muchos vehículos raros estacionados… denúnciala a los Partidos Políticos –si puedes identificar de qué partido es esa casa de seguridad, denúnciala al partido contrario o denúnciala también a la Fepade (Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales) que está en Av. Paseo de la Reforma No. 211-213, Col. Cuauhtémoc, México, D.F., CP 06500, Teléfono 5346 0000. Puedes también acudir a un Notario para que de fe de los hechos. O puedes denunciarlo a los medios de información para que manden un fotógrafo y tomen fotos.
No te expongas. No te hagas el héroe. Puedes hacer una denuncia anónima. Pero no te quedes callado, participa…
Índice Flamígero: Terminaron las campañas. Terminó también la guerra sucia. Como la del perredista Víctor Hugo Romo, quien contiende por la delegación Miguel Hidalgo, y que en costosos panfletos pretende ligar a su contrincante priísta Xavier González Zirión con la muerte de una joven búlgara, en Cancún, durante una fiesta que habría sido organizada por el primo de éste, Jorge Emilio González (a) “El Niño Verde”. González Zirión estaba en Panamá. + + + Del Poeta del Nopal, don Alfredo Álvarez Barrón, esta vez intitulada “Dr. Jekyll y Mr. Fox”: Con asombroso desdén / confunde a los electores / y abdica de sus colores / en un extraño vaivén; / se sube al último tren / en medio de la resaca / pues ya ni las vacas flacas / abundan en su pradera, / le temen, sobremanera, ¡a su infernal alharaca! + + + Y a esta fallida Adminitración, tan bien descrita por el propio Fox en el diario El País, ya sólo le restan 157 días.
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