Destaca EU soluciones para protección y residencia de refugiados
ESPAÑA, Es., 21 de noviembre de 2014.- Unos días antes de su secuestro y asesinato, Gregorio Jiménez de la Cruz conversó con un par de colegas, periodistas de nota roja en Coatzacoalcos, Veracruz.
Les dijo una frase que no han olvidado:
–Si algo me llega a pasar, les dejo el encargo de que aboguen por mí. De acuerdo al recuento del periódico El País, Gregorio Jiménez de la Cruz fue secuestrado en su domicilio de Villa de Allende, Coatzacoalcos, el 5 de febrero (aniversario de la Constitución mexicana, que consagra las garantías individuales) y su cuerpo, mutilado y con huellas de tortura, fue encontrado el 11 de febrero en una fosa del municipio de Las Choapas.
Su asesinato se ha convertido en un símbolo de la compleja trama criminal para imponer zonas de silencio en México.
A través de la amenaza, el ataque con granadas a las redacciones de los periódicos y la desaparición forzada de periodistas, porciones enormes del territorio nacional han desaparecido del mapa informativo: en sus ranchos y ciudades el secuestro, la extorsión y el homicidio se han convertido en el redituable negocio de las empresas del crimen organizado, pero son temas de los que ni se escribe ni se habla.
Desde hace años, por ejemplo, no conocemos casi nada de Tamaulipas y la guerra que se ha librado por el control de su frontera con Texas.
Apenas nos estamos enterando de que en Coahuila, hace poco más de dos años, se arrasó a pueblos enteros, con el brutal saldo de decenas de mujeres y hombres desaparecidos y probablemente incinerados con diesel.
En la región de Tierra Caliente de Guerrero los secuestros se convirtieron en el negocio preferido de los caciques y, de no ser por la insurrección de las autodefensas, sabríamos poco o nada del régimen extractivo y semifascista que había impuesto el crimen organizado en Michoacán con la complicidad de múltiples autoridades.
La narrativa del Mexican Moment y la “salvación de México” sólo se sostiene cuando estos capítulos de la realidad nacional son oscurecidos y silenciados. En el sur de Veracruz el periodismo se ha convertido en un ejercicio heroico… Continuará.