Resuelve TEPJF impugnaciones a la elección del Poder Judicial
CUAUTLA, Mor. 14 de marzo de 2014.- “Mamita, mamita, me están pegando, me están pegando, mamita”, apenas escuché esa frase y la sangre se heló en mi espalda, mi cuerpo no reaccionó tan rápido.
“¿Hija? Sí es la voz de mi hija», pensé, y en cuestión de segundos el mundo se derrumbó dentro de mí. Mi más grande miedo se hizo realidad, comentó la señora Laura, víctima de extorsión, quien platicó a QUADRATÍN MORELOS su experiencia.
Al igual que ella, en la ciudad de Cuautla por lo menos se registran de cuatro a cinco llamadas telefónicas por mes, comprobadas por los Comités Ciudadanos de Seguridad, con la finalidad de exigir grandes cantidades de dinero al engañar a sus víctimas con supuestos secuestros virtuales, informó la directora de Prevención del Delito, Carmen Genis Sánchez -del ayuntamiento de Cuautla- quien agregó que el 50 por ciento de los casos caen en el engaño y pagan cantidades que van de los cinco hasta los 15 mil pesos.
“Hija, hija, ¿dónde estás? Pregunté con angustia al teléfono, se suponía que debería estar en el colegio, me dije; pero una voz ronca de un hombre grosero me sacó de mis pensamientos: “Ya la oíste, es tu hija, si no pagas pronto 50 mil pesos, te la vamos a regresar en partes”.
“No por favor no le hagan daño, no le hagan daño, por favor”, le supliqué. “Entonces danos el dinero y tu hija regresa a casa sin ningún rasguño”, contestó.
“Deme tiempo, voy a conseguir efectivo, porque en casa no tenemos tanto dinero”, le dije. “No trates de engañarme porque le corto un dedo a tu hija.
Si la quieres, la amas y la quieres completa entonces no nos engañes para que la respetemos y esto acabe rápido. No cuelgues y ve por el dinero”.
“Para entonces todo lo que había escuchado de mantener la calma, de cortar la llamada y comunicarme con el familiar supuestamente secuestrado para saber cómo se encuentra, se me olvidó”, indicó Laura.
En ese sentido, Carmen Genis aseguró que, en muchos de los casos, las víctimas de llamadas telefónicas realizadas para extorsionar pagan el supuesto rescate, por no corroborar cómo se encuentra la persona que dicen tener en su poder.
“Es el miedo el que nos hace tomar decisiones equivocadas, que no nos preocupe colgar y llamar a nuestro familiar, esa acción nos ayudará a protegernos nosotros y nuestro patrimonio», sentenció.