Código infarto, creado por universitaria, salva más vidas
CUERNAVACA, Mor., 24 de abril de 2014.- Morelos sería el segundo estado que permita el aborto, si es aprobada la propuesta de despenalización de la interrupción del embarazo y, en lugar de criminalizarlo, se atienda como un problema de salud pública. De esta forma, cualquier mujer que quiera suspender su embarazo tenga el acceso a los servicios de salud en condiciones de seguridad, aseguró Patricia Lavín Calderón, de la Organización Social Convergencia 8 de Marzo y presidenta del movimiento Por el Derecho a Decidir.
«Morelos debería ser un estado donde se permitiera la suspensión del embarazo y dejar esta decisión a las mujeres en su derecho a decidir. ¿Quién es el juez de la vida de una mujer? No puede ser la ley, ni los diputados, ni la Iglesia, ni el obispo el que defina lo que una mujer en condiciones de embarazo o en condiciones de gestación tenga que hacer. Es el derecho de la mujer de decidir sobre su vida», aseveró Patricia Lavín Calderón.
Para la activista de los derechos de la mujer, es esencial determinar que muchos de los embarazos no deseados proceden de violaciones. «Muchos embarazos son producto de abusos e incluso de abusos familiares, en jóvenes, en niñas, y una niña cuando es violentada de esta manera no tiene por qué dar a luz a un hijo que no deseó».
Señaló que el Estado mexicano como autoridad debe de estar presente y debe de permitir la suspensión de un embarazo, «sobre todo en los casos de violación».
Dijo la presidenta que la edad para interrumpir el embarazo no importa, «para no tener que llegar a una suspensión del embarazo necesitamos política de estado de prevención del embarazo y una política de salud sexual y reproductiva».
En una postura contraria, Carlos Alfredo Alaniz, regidor de Derechos Humanos del ayuntamiento de Cuernavaca por el Partido Acción Nacional (PAN), opinó que la mujer tiene derecho a su cuerpo «pero es una vida la que lleva adentro, hay que defender la vida por el simple hecho de ser humano».
Dijo que siempre hay que velar por la vida por la dignidad de la persona, «una vida tiene un valor».