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POZA RICA, Ver., 9 de mayo de 2014.- Un total de 127 municipios en el territorio veracruzano están considerados como riesgozos, en tanto que más de 400 mil habitantes se ha identificado mantienen fincadas sus viviendas en áreas vulnerables a las inundaciones y deslaves de tierra, estableció la secretaria de Protección Civil en el Estado Nohemí Guzmán Lagunes.
“Por eso urge reaccionar a tiempo para salvar la vida de las familias”, aseguró Guzmán Lagunes durante su visita a Poza Rica, en donde lanzó la invitación a los alcaldes veracruzanos y de cada una de las regiones del estado a tomar desde este momento las medidas de prevención necesarias para evitar condiciones de riesgo para la población durante la próxima temporada de lluvias. Guzmán Lagunes destacó la importancia de tomar medidas preventivas ante dicha temporada, al informar que la Secretaría de Protección Civil desde el pasado mes de abril, arrancó con el “Programa de Acciones Preventivas Anticipadas a la Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2014”, en la región Veracruz – Boca del Río y Orizaba, y encabeza estas mismas acciones en Poza Rica, atendiendo las necesidades pertinentes para el Río Cazones.
Dijo que ante la llegada de la siguiente temporada de tormentas y ciclones tropicales en el estado, es indispensable tomar medidas de prevención previas a la presencia de este tipo de fenómenos que contribuyan a reducir los impactos a la población, por lo cual propuso realizar labores de limpieza y desazolve de drenajes, así como tragatormentas, y el saneamiento de ríos y arroyos, además de limpieza de árboles y aseguramiento de anuncios espectaculares.
De esta manera manifestó la titular de Protección Civil, será posible salvaguardar la seguridad de la población y evitar condiciones de riesgo, de tal manera que no sean víctimas de inundaciones o deslaves.
Destacó la importancia de que cada una de las familias que habitan en el territorio veracruzano, sobre todo aquellas que se encuentran asentadas en las áreas de riesgo, contribuyan con sus autoridades en evitar la presencia de basura, sobre todo de desechos sólidos en las calles para que con la lluvia no lleguen a ser arrastrados hacia los afluentes generando condiciones para inundaciones.
Se prevé que para el mes de junio inicie la temporada de precipitaciones climatológica, y concluya en el mes de noviembre.