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MÉXICO, DF., 31 de mayo.- Las fanafarronadas tanto del tailandés Srisaket Sor Rungvisai (“boxeo, lo noqueo y me voy”), como del mexicano Carlos Cuadras (“le voy a romper el hocico”) llegaron a su fin después de un bravo combate realizado en a Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, cuando en el octavo episodio (después de un segundo cabezazo del extranjero) el referi decidió parar el combate, el médico revisó el tajo que tenía el nacional, determinó que no podía continuar y los jueces se fueron a las tarjetas y en la sumatoria los puntos fueron para Cuadras que así se convirtió en nuevo campeón mundial supermosca, avalado por el Consejo Mundial de Boxeo.
Desde la campana inciial, ambos púgiles se enfrascaron en un combate de poder a poder, que enecendió a los asistentes. Hubo muchos intercambios de golpes, con un Cuadras que iba en reversa y lanzaba contragolpes, basados en jabs, mientras que Srisaket avanzaba y alcanzaba con volados el rostro del sinaloense.
En el cuarto asalto, después de un intercambio de golpes, Cuadras salió con un corte en la ceja izquierda, producto de un cabezazo, que ameritó que el referi le quitara un punto al tailandés. El pleito siguió de poder a poder. Y en el octavo un cabezazo, ahora no intencional causó un nuevo sangrado a Cuadras. El referí detuvo el combate y al iser a las tarjetas, la decisión fue para el apodado Principe, que se convirtió en rey.
La lectura de las tarjetas a su favor fue a favor del aún invicto Cuadras (28-4, 25KO) por 78-73 77-74 y 77-75, quizás un poco más amplias que lo visto sobre el ring.