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MÉXICO, DF., 6 de junio de 2014.- Tras iniciar la reunión entre migrantes originarios de países centroamericanos y organismos internacionales en la Comisión de Derechos Humanos del DF, el sacerdote Alejandro Solalinde precisó que este encuentro tiene como objetivo crear un plan de desarrollo integral con los países expulsores de migrantes, así como analizar la situación de miles de centroamericanos que por necesidad abandonan su país.
«Tenemos una papa caliente, tenemos un flujo migratorio que ya está, que no puede quedarse en sus lugares de origen porque las personas no tienen a qué quedarse o se mueren de hambre allá porque además las matan, o tratan de venir acá a ver qué encuentran en el camino, y al menos tienen la esperanza de sobrevivir».
Perneo Quiroz, de Amnistía Internacional, consideró que el organismo que representa probablemente «no ha impulsado de manera correcta el fenómeno migratorio».
En ese sentido reconoció el esfuerzo de estos 70 migrantes, quienes en estos días en la Ciudad de México han sido sus propios portavoces de sus derechos.
Admitió que los organismos de la sociedad civil «hemos fallado», al poner a lado personas migrantes «más como un sujeto de compasión que como un objeto de derechos»
Por su parte, Alma Mata, de la Comisión de Derechos Humanos del DF, precisó que su organización es «una casa de puertas abiertas» para los migrantes en tránsito, y que el objetivo principal que se tiene en la materia es conformar un corredor humanitario.
«Si bien hay un abandono claro (de sus países de origen) lo que les queremos decir es que la Comisión del Distrito Federal, es que no están solos y que en la medida de nuestras posibilidades se les van a abrir las puertas y se les van a habilitar los gimnasios, colchonetas y zapatos», refirió.