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MÉXICO, DF., 17 de junio de 2014.- La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) detuvo a dos jóvenes que se dedicaban a recargar de manera ilegal tarjetas TDF (La Tarjeta del Distrito Federal) que pueden ser usadas tanto en el Metro como en el Metrobús.
Las tarjetas venían con un saldo de 300 pesos, pero ellos las vendían a la mitad de su precio, es decir, en 150.
Los presuntos responsables se anunciaban a través de internet y mediante tarjetas de presentación que distribuían en algunas estaciones de ambos sistemas de transporte.
Hace unos días, un agente de la procuraduría capitalina se puso en contacto con el vendedor vía telefónica y acordó una cita con uno de los probables responsables en la estación Indios Verdes del Metrobús.
Al entregarle los plásticos, el agente y otros de sus compañeros detuvieron a Jair Gabriel Sánchez Soriano, de 26 años, quien confesó que las tarjetas las recargaba en su casa con un programa que uno de sus amigos diseñó.
En la revisión los agentes le encontraron sólo tres tarjetas, así como la propaganda con la que ofertaba los plásticos.
Al ampliar su declaración dijo que las tarjetas las recargaban en una vivienda en la colonia Benito Juárez, en la delegación Gustavo A. Madero, según consta en la averiguación previa FAEE/STCMZV/T3/174/14-06, que se inició por los delitos de Falsificación de Títulos al Portador y Documentos de Crédito.
La procuraduría capitalina obtuvo una orden de cateo obsequiada por el juez Séptimo Penal para ingresar a un inmueble en el número 71 de la calle Miguel Alemán, en la referida colonia.
Ahí los agentes detuvieron al dentista Jacobo Bello Rivera, de 26 años y aseguraron 122 tarjetas TDF, dos computadoras portátiles y 5 mil 600 pesos en efectivo, producto de la venta.
El presunto responsable admitió que el software con el que ponían el saldo a los plásticos lo había diseñado él mismo y que sólo adquiría las tarjetas en su costo real de 10 pesos.
Según confesó, llevaba más de seis meses vendiendo los plásticos sin contratiempos.
La procuraduría capitalina busca a otros posibles cómplices de éstos sujetos.