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MÉXICO, DF., 24 de junio de 2014.- El dictamen a la minuta con proyecto de decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, ha causado controversias una vez que fue aprobado en lo general y en lo particular por las Cámaras de Diputados y Senadores.
El documento, entre algunos aspectos, establece el derecho de los ciudadanos capitalinos a votar en las consultas populares, iniciar leyes ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) hacer uso de los mecanismos de participación ciudadana que prevean las leyes avaladas por la propia Asamblea.
Señala que los diputados a la ALDF podrán ser electos hasta por cuatro periodos consecutivos y los jefes delegacionales hasta por dos periodos consecutivos de tres años cada uno. A la entrada en vigor del decreto, estas disposiciones no se aplicarán para los diputados que se encuentren en funciones; en el caso de jefes delegacionales, la norma respectiva será aplicable respecto de los electos en 2018.
El cambio al Estatuto enviado al Ejecutivo para los efectos constitucionales fue cuestionado porque únicamente es para subsanar y armonizar con la reforma constitucional en materia político-electoral, sin embargo, éste no aborda la revocación de mandato y la impartición de justicia.
Además centraliza facultades del Instituto Nacional Electoral en el DF, al poder asumir funciones que le corresponden al Instituto Electoral local.
Aunque reconoce al IEDF como organismo público local encargado de la organización de las elecciones locales, a su vez plantea que el INE determine la demarcación de los distritos electorales y que tenga facultad de designar y remover al Consejero Presidente y consejeros electorales del IEDF.
Ello representa que el DF siga careciendo de una constitución propia que legisle en Cámara local, asimismo se puso en duda la falta de democracia para que pueda tomar sus decisiones de manera plena.
Durante años la Asamblea Legislativa y las fuerzas políticas progresistas han pugnado para tener las facultades como cualquier entidad de la República, pero el argumento de que aquí se concentran los poderes federales ha mermado que diputados locales ejerzan funciones como legisladores locales plenos.
Otra controversia es que estipula que todos los ciudadanos del Distrito Federal que residan en el extranjero, podrán votar para la elección del Jefe de Gobierno.
En el caso de los partidos políticos que alcancen por lo menos el tres por ciento del total de la votación popular tendrán derecho a que le sean atribuidos diputados, según el principio de representación proporcional, independientemente de los triunfos de mayoría que hubiese obtenido; también éstos garantizarán la paridad entre los géneros en las candidaturas a diputados de la ALDF.
Para efectos de leyes generales en materia político electoral en la capital del país, se ausenta una reforma política pendiente a favor de la autonomía política y administrativa del DF. Para legisladores que votaron su aprobación representa un andamiaje institucional en concordia con la legislación federal