
Impulsa MC lactarios en administración pública y órganos desconcentrados
MÉXICO, DF., 3 de julio de 2014.- El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) indicó que la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro (LyFC) obedeció a un intento del expresidente Felipe Calderón de despojar a la empresa pública de una red de telecomunicaciones para entregarla a empresas particulares, beneficiando así a Televisa y sus socios, según un documento dado a conocer por el líder de los electricistas, Martín Esparza, y senadores del PRD.
El líder de los electricistas, Martín Esparza, señaló que tras la extinción de LyFC, el gobierno de Calderón favoreció a la empresa WL Comunicaciones S.A. de C.V, propiedad de los exsecretarios de Energía durante el sexenio foxista Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens, luego de que el gobierno presuntamente transfiriera más de mil kilómetros de fibra óptica a la empresa probada a través de un contrato firmado entre el Sistema de Administación y Enajenación de Bienes (SAE) y la Comisión Federal de Electrcidad (CFE).
De acuerdo con documentos presentados por el SME, el 11 de octubre de 2009, día en que se decretó la extinción de LyFC, el SAE firmó un acuerdo de sucesión de bienes con la CFE, denominado convenio de Comodato, en cuya cláusula décima primera faculta a la CFE para conceder el uso parcial o total de los bienes de LyFC a un tercero, o los destine a un fin distinto al previsto.
“Desde 2007 se mantuvo bajo reserva ese documento. Lo hemos obtenido a partir de que un funcionario de Luz y Fuerza que lo entregó al sindicato. Y con esa fibra óptica que son mil 100 kilómetros están vendiendo ya capacidad de transmisión de datos principalmente a edificios públicos. También están ofreciendo servicio a los privados”, señaló Esparza en el Senado, acompañado de legisladores del PRD.
«Lo primero que hizo la CFE fue desmantelar toda la red de mediana y baja intensidad de cobre y sustituirla por aluminio. Con el aluminio ya no puedes dar servicio de voz, datos e internet. Le negaron a la empresa pública dar este servicio en beneficio de la sociedad», dijo.
Esparza explicó que LyFC ya había solicitado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y a la Comisión Federal de Telecomunicaciones la concesión de una red pública de telecomunicaciones en junio de 2009, luego de hacer los estudios correspondientes.
«Ese es el fondo de por qué Calderón golpeó al sindicato de una empresa pública para privilegiar a sus amigos, dos subsecretarios de energía dueños de esta empresa de telecomunicaciones. Primero era de unos españoles y luego terminaron comprándola», señaló Esparza.
La compañía WL Comunicaciones ha sido acusada de realizar operaciones con Bestel, empresa perteneciente al Grupo Televisa, para despojar de 2 mil kilómetros de fibra óptica a la empresa Tangentte, propiedad de Mark Randolph James, según difundió éste último en 2011 a través de una carta a la Cámara de Diputados solicitando la intervención de legisladores para “solicitar justicia ante la absoluta indiferencia de las autoridades”.
De acuerdo con el líder de los electricistas y senadores del PRD, esto significa que Calderón clausuró LyFC para permitirle a Televisa y a sus socios apoderarse de la fibra óptica que le permitiría a la televisora entrar al negocio de triple play (televisión de cable, teléfono e internet), un negocio multimillonario que actualmente se encuentra en disputa dentro de las leyes secundarias de telecomunicaciones.
«¿Dónde están los bienes de Luz y Fuerza del Centro? ¿Qué se ha hecho con ese dinero?», cuestionó la senadora perredista Dolores Padierna sobre un templete instalado a las afueras del Senado ante integrantes del SME.
El SME, a través de la bancada del PRD, solicitó a la Mesa Directiva del Senado intervenir para que el gobierno cumpla con las obligaciones legales derivadas de la liquidación de los trabajadores tras la extinción de LyFC.