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MÉXICO,DF., 5 de julio de 2014.- “Mi primer trabajo fue a los 10 años, yo me encargaba de hacer los diseños de los grupos musicales y plasmarlo en una barda”, dice Elliot Tupac, peruano de 35 años y máximo exponente de la gráfica chicha, arte peruano urbano, que estos días se presentará en la Sala de arte y experimentación Atea, situada en el corazón del barrio de La Merced.
De atuendo sencillo y gorra blanca, este limeño con raíces en la sierra del Huancayo se presenta en el Distrito Federal con un estilo singular y fresco basado en tipografías fluorescentes. Las piezas que uno puede encontrar en esta exposición son, aparte de sus carteles para eventos, artes con mensajes de dos o tres palabras, sencillos, directos y que intentan robar unos segundos en el trasiego citadino.
“Llevo cuatro años pintando en la calle, es un convivencia horizontal”, dice el artista que dejó su carrera como cartelero y rotulista de grupos de cumbia a los 19 años. Por sus pinceles, que han decorado toda Lima, han pasado conjuntos como Juaneco y su Combo, Chacalón, Pintura roja, Chicha Libre o hasta estrellas internacionales que llegan a los Andes, como Paul McCartney.
El término “chicha” está sacado de un bebida tradicional de maíz morado y con ese nombre se bautizó a una variante de cumbia que afloró a mediados de los ochenta en Perú. Este estilo musical nació en el seno de las comunidades que viajaban de la provincia a la capital, a causa del violento conflicto que se desató entre la guerrilla Sendero Luminoso y los militares. Rápidamente, con Los Shapis y varias formaciones más, la cumbia chicha se puso de moda como ritmo del barrio. A todo ese sonido surgió paralelamente un arte popular para expresarlo, del cual bebe Elliot Tupac.
Para Diego, del colectivo SomosMexa y uno de los organizadores de la muestra, “en México damos más la espalda a estas expresiones y nos fijamos más en lo que hacen en Europa o Estados Unidos. Elliot hace algo distinto, hace tipografías en la urbe como si fuera Street art, pero es único”.
Tupac rehúye los focos y no le interesa la excesiva comercialización de su trabajo aunque haya recibido reconocimiento en bienales de arte como la de Madrid o haya diseñado una portada de la prestigiosa revista inglesa Creative Review. “ Voy como hormiguita, poco a poco”, dice el diseñador gráfico.
El arte de sus afiches se basa en el uso del flúor sobre colores planos, y mayoritariamente en el degradado, es decir, en el tránsito de un tono a otro. En palabras del artista, la inspiración de esta técnica la extrae del bordado huanca, estilo textil originario de su tierra y que genera matices y capas con colores vivos. A continuación explica como se conformó este estilo:
A diferencia de la influencia rural, en México, la figura que dejó huella en la estética sonidera fue la discoteque móvil Polymarchs, quien con su logo marcaría el arte gráfico de este movimiento. Por cierto, obra de Jaime Ruelas y cuyos carteles, llenaron apenas hace unos meses, toda la sala de exposiciones del piso de abajo del Centro Cultural de España.
La cumbia chicha está de moda, y no sólo porque Elliot Tupac nos visite. Recopilatorios musicales como “Roots of Chicha” (Barbès Records) o “Cumbia Beat” (Tropical Sounds) han tenido una gran aceptación internacional y hasta famosos como el protagonista de “El Señor de los Anillos”,Elijah Wood, se ha mostrado amante confeso de la guitarra andina.
Acudan y no se pierdan “Afiche Chicha”, durante quince días en la sala Atea, Topacio #25, La Merced. Entre semana abierto por la tarde y el fin de semana todo el día.